Mientras que en Madrid o País Vasco los profesores llaman a los padres cuando sus hijos se orinan o ensucian, las aulas aragonesas disponen de 54 auxiliares (46 de ellos en Zaragoza) para atender a los niños de tres años.

 

Su trabajo está regulado en la ley autonómica para todos los centros que tengan más de un aula de infantil con 21 alumnos. Esta premisa se cumple en casi todos los colegios públicos de la ciudad.

 

 

Vigilan: Los auxiliares se ocupan de vigilar las entradas y salidas de las clases, el desplazamiento de los grupos y los recreos. Además, acompañan a los niños cuando tienen que ir al baño.

 

Cuidan: Ayudan a los pequeños a quitarse y ponerse los abrigos, a atarse los cordones de los zapatos o a tomar el almuerzo. También se preocupan de cambiarles la ropa si se ensucian o se orinan. Para facilitar esta tarea, los colegios suelen pedir a los padres que dejen una muda de recambio en el centro.

 

Educan: Sus tareas incluyen también apoyos enfocados a la socialización del niño y su desarrollo cognitivo, motor, afectivo y social.

 

 

El programa de apoyo a las aulas de 3 años funciona en la comunidad aragonesa desde el curso 2002-03. La mejora se planteó poco antes en la discusión del plan de apoyo a la escuela pública, fruto de las demandas de profesores y padres. «Es necesario introducir nuevos profesionales en la escuela y los auxiliares de infantil cumplen una función esencial», explica Teresa Paniello, de la federación de APA (Fapar). Los auxiliares atienden a los niños de 3 años, aunque en algunos colegios también apoyan a los de 4 y 5. En otros aún se opta por llamar a los padres, aunque los casos son esporádicos.

 

23 mil niños de 3 a 5 años hay en los colegios públicos de Zaragoza.