El arzobispo de Toledo afirma que "la paz se edifica cada día con la aportación de todos"

El Arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, señaló hoy, en la Santa Misa en la Catedral Primada, con motivo de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, y de la Jornada Mundial de la Paz, que la paz "este gran anhelo del corazón de todo hombre y mujer se edifica, día tras día, con la aportación de todos".

En este sentido, recordó "aquel sabio consejo del Vaticano II que dice que "la humanidad no logrará un mundo más humano para todos los hombres, en todos los lugares de la tierra, a no ser que todos, con espíritu renovado, se conviertan a la verdad de la paz". "Pero nuestra sociedad soporta con dificultad la verdad", informó el Arzobispado de Toledo en nota de prensa.

Asimismo, dijo que "sería bueno convencernos" de que en verdad la paz —como decía el Santo Padre el 31.12.2008— donde y cuando el hombre se deja iluminar por el resplandor de la verdad, emprende él de modo casi natural el camino de la paz. "Ahí tenemos una realización concreta y adecuada de eso se ve en el pasaje evangélico que acaba de proclamarse, en el que hemos contemplado la escena de los pastores en camino hacia Belén para adorar al Niño", agregó.

De este modo, se preguntó "¿No son los pastores, que el evangelista san Lucas describe en su pobreza y en su sencillez obedeciendo al mandato del ángel y dóciles a la voluntad de Dios, la imagen más fácilmente accesible a cada uno de nosotros del hombre y la mujer que se deja iluminar por la verdad, capacitándose así para construir un mundo de paz?".

Por ello, dijo, en este sentido, que es muy ilustrativo, lo que dice el Papa Benedicto XVI en el mensaje para la XLIII Jornada Mundial de la Paz afirmando que "cuando se considera a la naturaleza, y al ser humano en primer lugar, simplemente como fruto del azar o del determinismo evolutivo, se corre el riesgo de que disminuya en las personas la conciencia de la responsabilidad".

Primer día del año

En su homilía, el primado recordó también que "el primer día del año está puesto bajo el signo de una mujer, María" y que "el tercer evangelista la describe como la Virgen silenciosa, en constante escucha de la Palabra eterna, que vive de la Palabra de Dios. María conserva en su corazón las palabras que vienen de Dios y, uniéndolas como en un mosaico, aprende a comprenderlas. En su escuela queremos aprender también nosotros a ser discípulos atentos y dóciles del Señor", argumentó.

Por esta razón, dijo que "con su ayuda maternal deseamos comprometernos, como hijos de la Iglesia de Toledo, a trabajar solícitamente en la 'obra' de la paz, tras las huellas de Cristo, Príncipe de la paz".

Finalmente, el arzobispo se refirió al Congreso Eucarístico nacional que se celebrará este año en Toledo diciendo que "2010 es año de Congreso Eucarístico, de mostrar y valorar la presencia de Cristo Sacramentado en medio de nuestra comunidad cristiana, para que los jóvenes tengan a alguien en quien confiar y apoyar su vida".

"Los jóvenes son nuestro empeño: nuestro primer empeño y tarea pastoral es que a ellos sea anunciado el Dios vivo, el Dios que se revela a su Pueblo, el Dios de nuestros padres, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Una vida sin nuestro Dios es una vida truncada", señaló.

Esta tarde, el arzobispo de Toledo presidirá la Misa por la Paz en la parroquia de San Julián, de Toledo, organizada por los movimientos de Apostolado Seglar de la diócesis, a las 20.00 h.

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