A comienzos de 2009, las compañías eléctricas empezaron a cobrar mensualmente la luz. Para ello, realizaron facturas en función del consumo estimado, ya que la lectura del contador se realizaba cada dos meses. En este sentido, a muchos hogares se les cobró recibos de luz en función del promedio del mismo mes del año anterior, y no del consumo real, lo que supuso en ocasiones "importantes descuadres en las cuentas del consumidor, que en un mes puede pagar muy poco y al mes siguiente tener que hacer frente a una importante factura, por ejemplo".

Aunque las compañías aseguran que el exceso o defecto del cobro se compensa al comprobar el consumo del mes siguiente, esta práctica ha supuesto "muchos problemas de cobros indebidos" e Irache exigió al respecto al ministerio de Industria que "sólo cobre el consumo efectuado".

Asimismo, según indicó Irache en un comunicado, numerosos usuarios han acudido a la asociación porque les habían cortado la luz en casa, sobre todo a partir de julio. "El problema es que, por los cambios sufridos con la liberación, algunas compañías ya no tienen acceso a algunos datos del consumidor. A partir de entonces, no es suficiente con pagar en el número de cuenta que venían utilizando los usuarios y se precisa que se indique la referencia del contrato del consumidor. Por ello, el consumidor cree que ha pagado la factura pero la compañía dice no tener conocimiento de ello y, al no constar el pago, corta la luz al cliente".

En algún caso, explicaron desde Irache, "al consumidor se le ha cortado la luz hasta en tres ocasiones en los últimos dos meses por una factura que el usuario ya había pagado, incluso después de que el consumidor haya enviado los justificantes de pago de las correspondientes facturas". Además, "se le ha cobrado 20 euros cada vez que se ha restaurado el servicio, aunque la interrupción haya sido por causa injustificada o error de la empresa".

La asociación de consumidores también advirtió de los daños producidos por los cortes. Así, en otra ocasión, "un socio reclamó 92 euros por los alimentos que tenía congelados para una cena de cumpleaños y que se deterioraron por el corte de luz. Mientras, otra familia se vio obligada a llevar los alimentos a casa de un familiar y comer allí durante tres días", indicaron.

No obstante, desde Irache consideraron "positiva" cualquier tipo de liberalización "si supone una mejora del servicio que se presta y una disminución de las tarifas". Sin embargo, se mostraron preocupados ante "una nueva liberalización del servicio eléctrico que suponga más un grave trastorno para los consumidores que una mejora".

Además, explicaron que se ha realizado el proceso de liberalización aplicando "una fuerte subida de precios en el servicio eléctrico en los últimos meses y años". Por ello, desde la asociación consideraron necesario que los procesos de liberalización vengan acompañados de una regulación exigente y aplicación de fuertes sanciones a quienes las incumplan".

Dudas para acogerse al '

Bono social'

Con la liberalización también se instauró el 'bono social' como una fórmula para ofrecer el servicio a un coste menor a las personas con más dificultades económicas, sin embargo, a falta de que se concrete unos ingresos mínimos a los que aplicar este bono, se ha dirigido esta propuesta a los que tengan una potencia contratada inferior a 3 kilovatios en su vivienda habitual, los pensionistas de más de 60 años por jubilación, incapacidad permanente y viudedad y que perciban las cuantías mínimas, las familias numerosas o las que tengan a todos sus miembros en desempleo. Este bono "ha provocado muchas consultas de ciudadanos acerca de si se podían acoger a él o no y el procedimiento para solicitarlo".

Otra de las modificaciones que ha supuesto un buen número de quejas entre los consumidores, constatan desde Irache, fue el paso de la tarifa nocturna a la discriminación horaria, que tuvo lugar en el verano del año anterior. "A muchas personas se les ha cobrado las horas valle como punta, y viceversa, debido a problemas en la adaptación del contador, por lo que les han llegado, por ejemplo, facturas de 500 euros en lugar de 200", criticaron desde Irache.

"Algunos usuarios han llegado a recibir hasta tres facturas diferentes en apenas un mes y medio y otros han llegado a recibir una factura multiplicada por siete debido a un error en el cálculo", indicó la asociación.

Tensión insuficiente

Otro de los problemas proviene de algunos consumidores, sobre todo de aquellos que viven en casas alejadas de núcleos urbanos, ubicadas principalmente en el norte de Navarra, que "no obtienen la tensión eléctrica que tienen contratada". Ello provoca que "los electrodomésticos funcionen defectuosamente, disminuya notablemente su vida útil y que haya continuas averías en los aparatos eléctrico".

"Estas deficiencias en el servicio se prolongan en algunos casos durante años y, pese a que en ocasiones la propia compañía reconoce la prestación defectuosa, el problema no termina de resultar solventado", censuró Irache.