Es un número similar al del año pasado, el de los particulares que se han visto obligados a presentar concurso de acreedores por no poder hacer frente a sus deudas. De estas quince familias sólo siete han podido empezar un proceso concursal. El resto no cumplían los requisitos o no tenían bienes y patrimonio suficiente para poder sacarlo adelante.

Eduard Enrech explica que hasta este año la mayoría de particulares que presentaban un concurso de acreedores eran administradores de sociedades, y que este año la mayoría son familias o individuos que no pueden hacer frente al pago de una hipoteca, un crédito y a otras deudas.

El juzgado mercantil de Lleida ha recibido un total de 85 concursos de acreedores, mientras que en 2008 tramitó 75. A causa de la crisis, este juzgado y el resto de tribunales civiles leridanos también han detectado un incremento de entre el 15 y el 20 por ciento de las ejecuciones hipotecarias.