Varios voluntarios participarán hoy en la merienda-cena organizada por Cáritas para compartir la jornada con los transeúntes habituales del centro, según explicó el secretario general de Cáritas Huesca, Jaime Esparrach.
"Es una manera de celebrar y compartir con las personas que están lejos de sus casas, o que no las tienen, y de su familia, que en muchos casos tampoco la tienen, la noche que peor pasan", apuntó Esparrach, que añadió que "es una fiesta muy sencilla, con un grupo de voluntarios que se ofrecen a compartir mesa y conversación".
La labor de acogida que realiza el Centro de Día Fogaril complementa la que desarrolla el albergue municipal, que ofrece sus servicios a las personas sin hogar. Unas treinta personas, algunas asentadas en Huesca y otras de paso por la ciudad, son atendidas aproximadamente cada día en este centro.
El Centro de Día Fogaril atiende anualmente a 1.300 personas. Según la información facilitada por el secretario general de Cáritas Diocesana de Huesca sobre el perfil de usuario, el 94 por ciento de ellas son hombres y que casi el 50 por ciento son inmigrantes. Además, un 40 por ciento tienen alguna adicción y el 35 por ciento, problemas de salud mental derivados de vivir en las calles.
Esparrach apuntó que "el porcentaje de gente con adicciones de alcohol u otras sustancias es importante. "Al centro llegan personas que ya tenían una adicción y han acabado en la calle y otras han acabado en la calle y ello les ha llevado a una adicción", indicó.
Jaime Esparrach señaló que, a raíz de la crisis, se ha incrementado el número de atendidos y parejas jóvenes que antes tenían una situación económica normalizada, pero que al perder el trabajo y agotar las prestaciones, se ven abocados a utilizar los servicios sociales. En este sentido, en el centro Fogaril también se ofrece orientación y se informa a los usuarios.
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