La Policía continúa con la investigación sobre la participación de más personas en este entramado criminal y advierte a los ciudadanos de que extremen las precauciones en la utilización de sus tarjetas en estas fechas navideñas.

Según informó en nota de prensa, desde hace unos meses se vienen recibiendo denuncias en la Comisaría de Gijón de usuarios de tarjetas bancarias que, aún manteniéndolas en su poder, son víctimas de cargos fraudulentos realizados con las mismas vía Internet y en establecimientos de países extranjeros fundamentalmente EEUU, Australia, Canadá, Francia o Reino Unido.

Iniciada la investigación sobre los autores de este fraude con conexiones trasnacionales se descubrió que, de igual manera en Gijón se estaban llevando a cabo compras en establecimientos de informática y de electrodomésticos en los que se utilizaban tarjetas cuyos titulares residían en América y habían denunciado compras ilegales con cargos a sus cuentas bancarias.

Los agentes adscritos al Grupo de Delitos Económicos y Tecnológicos de la Comisaría de Gijón, siguiendo la investigación sobre las tarjetas denunciadas constaron que una pareja de origen nigeriano eran los encargados de efectuar compras en esta ciudad con cargo a las tarjetas americanas.

Una vez que se determinó la identidad de las personas implicadas se procedió a su detención y al registro de su domicilio donde fue hallada numerosa documentación bancaria y tarjetas clonadas así como ordenadores, televisores y equipos de música.

Este fraude se denomina 'skimming' y consiste en el copiado o clonación de tarjetas mediante la grabación electrónica de los datos que contiene la banda magnética-cliente, número de cuenta bancaria o entidad. Para ello se utilizan unos dispositivos externos colocados en los cajeros o en peajes de algunas autopistas, habiéndose detectado también la clonación por haber empelado nuestras tarjetas en algunas páginas no seguras de Internet o por carecer de un antivirus actualizado.

A partir de la obtención de estos datos, los mismos son volcados a otra tarjeta o plástico, dotado con banda magnética y a la que se suele dar apariencia real para poder utilizarla en compras en establecimientos comerciales. En otros casos, se han intervenido plásticos de forma y tamaño de tarjeta de crédito pero totalmente blancos utilizados par extracciones de dinero o para operar en Internet con lector de tarjeta.

Los detenidos pertenecen "al escalón más bajo de esta red", pero "absolutamente necesario para hacer efectivo el fraude, actuando por encargo y disponiendo libremente de todo el saldo de los auténticos clientes", apunta el escrito policial. Así adquirían artículos para después venderlos y revertir el efectivo en la organización a cambio de una comisión.