Alberto Vázquez-Figueroa ofrece "algunos recuerdos y anécdotas" en 'Siete vidas y media' por "el empeño de la editorial"

El reportero afirma que "los políticos, los de derechas y de izquierdas, son ineptos y corruptos"

El escritor y periodista Alberto Vázquez-Figueroa consideró hoy "muy absurdo" su nuevo libro, 'Siete vidas y media' (Ediciones B), donde ofrece "algunos recuerdos, pues muchos se pierden o se distorsionan, y anécdotas" de su pasado, sobre todo "por el empeño de la editorial", y "no sus memorias, pues éstas no se pueden escribir".

En declaraciones a los medios, el escritor tinerfeño confesó que le suena "cuento chino" cuando le hacen referencia a la soledad del escritor, pues, según precisó, "todo depende de lo que necesite el escritor en cada momento y de lo que requiera el libro". Asimismo, añadió que él ha escrito libros en un fin de semana o que 'Los ojos del tuareg', "el mejor libro" que ha escrito, según indicó, lo realizó en 20 días, pues sabía de lo que tenía que hablar.

Apuntó que "nunca escribe sobre lo que no conoce bien" y señaló que escribir durante mucho tiempo le produce "aburrimiento". Al hilo de esto, indicó que ve sus libros como "una forma de hacer periodismo", pues es de donde proviene él, de la generación de 1959. No obstante, afirmó que "desconoce una redacción, ya que siempre ha trabajado de enviado especial".

Corresponsal de guerra durante mucho años, afirmó que el mundo del periodismo ha cambiado "bastante" y dijo que la tecnología ha facilitado mucho el trabajo. En este sentido, explicó que cuando trabajaba en plenos conflictos bélicos como la del Chad, "la más dura", según el periodista, el principal problema era hacer llegar el trabajo a la redacción, el texto, los negativos de las fotos o la cinta de vídeo, y cuando lo enviaba, a "rogar a Dios".

En el libro, Vázquez-Figueroa también hace referencia al fallecimiento de periodistas durante el desarrollo de conflictos bélicos, como el del periodista español, José Couso, muerto durante la guerra de Irak en 2003. Vázquez Figueroa, que se consideró que "nunca es políticamente correcto", señaló que es "absurdo" que alguien vaya a una guerra, muerta, y después se proteste su muerte.

"las guerras no se hacen desde un hotel"

En este sentido, manifestó que a las guerras van los que quieren y son corresponsales como él que "iba porque le gustaba". Añadió que "si eres corresponsal no debes hacer la guerra desde la ventana de un hotel, porque pones en peligro a los que viven allí y porque nadie sabe que haces la guerra, sino que hay que salir a la calle con un cartel grande donde se lea prensa".

Al mismo tiempo, consideró "absurdo" que hoy vayan corresponsales a informar de un conflicto desde la habitación de un hotel". Él iba, según apuntó, porque lo veía "interesante, excitante y por el dinero, además que le ha permitido escribir los libros que quería". En este sentido, afirmó que "es un mundo que gusta o no, en el que hay que ser consecuente con sus actos, como ahora lo ha sido con su proyecto de un sistema para potabilizar el agua del mar".

Así, aseguró que por haber jugado todo a este proyecto se encuentra "arruinado", teniendo que vender su barco, una casa e hipotecar otra, pero "es consecuente con el riesgo que ha tomado".

Tras esto y arremeter contra la política energética del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que la actual cumbre sobre cambio climático que se celebra en Copenhague "no sirve para nada y no va a arreglar nada", pues "sólo es una reunión de una pandilla ineptos para comer, hablar chorradas y gastar dinero, nunca solucionarán nada".

"la ruina le obliga a escribir más"

Su ruina le obliga, según apuntó, a "escribir más que nunca, a dar conferencias y todo por ser consecuente con lo que haces". Asimismo, aseguró que de haber conseguido instalar su sistema de desaladora podría haberse evitado que 400 millones de personas hubieran fallecido por la falta de agua. Si algún día lo lograse, confesó que "entonces habrá valido la pena vivir".

Por otro lado, afirmó que "tanto los de derechas como de izquierdas, tan ineptos son unos como otros, y corruptos". No obstante, señaló que "no le importa que sean corruptos, pues están para llevárselo, pero es que además son ineptos, lo hacen mal y roban".

Está esperando, según precisó, que venga un político corrupto, aunque "sólo sea un poco", pero que haga las cosas bien. En este sentido, subrayó que ante esto "no se puede hacer nada", pues "el mejor negocio que se puede hacer hoy día es que te metan en la cárcel, es decir, robas 30 millones, entras un año en la cárcel, no devuelves el dinero, y después la televisión te paga por contar cómo lo robaste". Lamentó que la editorial no le pagara tantos millones por un año de vida.

El problema, según el escritor, es que "se acepta, los sindicatos se callan y la juventud no protesta". En este sentido, añadió que ahora los jóvenes "sólo se cabrean si le quitan su botellón y no si le quitan su futuro".

"políticos de tercera"

El escritor, que visitó hoy Sevilla para promocionar su obra, dijo que ha conocido un número importante de gobernantes, de los que sólo salva a dos por su honradez, inteligencia y decencia. Asimismo, valoró a Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, incluso a José María Aznar, después de éstos llegaron "políticos de tercera división", apuntó.

Por último, aseguró que la sociedad "está abandonada" y que ahora "podría ser corrupto, pues nada entre la mierda por la ruina" y lamentó que exista "demasiada gente políticamente correcta". Adelantó que "no se saldrá de esta situación mientras no lleguen dos personas que piensen".

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