Cameron Crowe les hizo ver antes de rodar El apartamento, ¿qué descubrió?

Era la segunda vez que la veía, para Cameron los arquetipos de Billy Wilder son muy importantes. Yo no intenté emular a Shirley McLaine, aunque le hice un homenaje con un gesto en la película.

Los protagonistas se conocen por casualidad, ¿el azar puede cambiar la vida?

Sí, las casualidades son la esencia de la vida y lo más emocionante. Hay encuentros que no te esperas y que te pueden marcar significativamente.

Su carrera es fulgurante, ¿ha tenido algún fracaso?

Soy joven y mi trayectoria personal es muy corta para valorar si he fracasado, todavía me queda mucho por recorrer. Me gusta mi trabajo, pero no mido mi felicidad en función de mi éxito en las películas.

¿Cómo se ha enfrentado a un papel cómico?

En esta película nunca sentí como si estuviera haciendo comedia o algo divertido, sino que estaba haciendo algo que era como la vida misma.

Está marcada por Spiderman, ¿es una etapa cerrada?

Nunca he sentido que algo me impidiera progresar, crecer o seguir adelante; cada trabajo es para mi un reto. Tengo 23 años y voy creciendo cada día.

¿Cómo elige los papeles?

Por el director y actor coprotagonista, porque es muy importante trabajar con alguien que va a sacar lo mejor de ti. Me encantaría trabajar con Javier Bardem y Johnny Depp.

Siendo una actriz precoz, ¿se sentía diferente?

Mi madre me acompañaba a todos los rodajes, y yo no me sentía muy diferente a otras niñas, porque siempre iba a colegios normales, tenía amigos y una vida al margen de las películas.

Pero la fama pesa...

Más tarde, el ser famosa sí que trajo complicaciones: porque coarta tu libertad y condiciona tus relaciones con la familia.

¿Y con los hombres?

El ser la niña actriz y muy protegida por mi madre sí condicionó mi relación con los chicos.

Bio

Tiene 23 años y empezó haciendo anuncios a los 3. Su salto a la fama le llegó a los 12 con Entrevista con el vampiro. Estrenará en breve la tercera parte de Spiderman, como novia del protagonista, y la Maria Antonieta de Sofia Coppola. Su primer papel se lo dio Woody Allen en Historias de Nueva York.