Los hechos ocurrieron en un domicilio de la calle Comandante Vallespín donde fue requerida la Unidad de Prevención y Reacción de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo tras haberse escuchado ruidos y objetos que se fracturaban. Una vez en el portal los agentes observaron tirado en el suelo un televisor totalmente destrozado.

Acto seguido una inquilina que se encontraba en el portal explicó a los agentes que el televisor era suyo y que había sido arrojado por un hombre al que tenía realquilada una habitación. Indicó además que momentos antes alarmada, se había dirigido a la habitación encontrado a este hombre muy alterado, gritando y con un cuchillo en la mano.

Los agentes se personaron en la habitación escuchando como alguien gritaba mientras arrojaba objetos contra las paredes. Un hermano del hombre que también vivía en la casa les informó que cuando había ido ver que le ocurría a su hermano, observó que tenía un cuchillo y al intentar quitárselo en el forcejeo, se había producido un profundo corte.

Los policías de la Unidad de Prevención y Reacción intentaron entrevistarse con él, negándose a salir de la habitación, pudiendo observar, a través de un cristal de la puerta, como portaba en la mano un cuchillo y sangraba abundantemente por la muñeca derecha.

Ante la actitud cada vez más agresiva del hombre, se solicitaron refuerzos policiales para entrar directamente a la habitación. Cuando vió a los policías el detenido arremetió con el cuchillo contra ellos.

Por el momento se desconocen las causas que motivo este suceso.