El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, será dado de alta el miércoles con la recomendación de abstenerse de hacer cualquier actividad durante al menos las próximas dos semanas, según el parte médico.

El médico Alberto Zangrillo, jefe del departamento de Reanimación del hospital San Raffaele de Milán, donde se encuentra hospitalizado Berlusconi desde el pasado domingo cuando sufrió una agresión, ha añadido que el primer ministro "se está recuperando gradualmente y sus condiciones no son preocupantes".

Berlusconi ha pasado una noche más tranquila que la del domingo, se ha despertado muy temprano y ha pedido los periódicos, según ha explicado a la televisión pública RAI el subsecretario a la presidencia del Gobierno y que ejerce de portavoz, Paolo Bonaiuti.

El doctor ha comentado que Berlusconi está algo desanimado y "existe un peligro de estrés debido a las continuas visitas" que está recibiendo, a pesar de que "le ayudan a mantenerse informado". Asimismo ha explicado que se le ha aumentado la dosis de analgésicos para "aliviar el dolor" y que el primer ministro "se alimenta aún con dificultades" debido a las lesiones en la boca.

Zangrillo ha explicado que no le quedarán cicatrices visibles y que los dos dientes que se rompieron debido al impacto con el objeto que se le arrojó serán reconstruidos sin problema. El primer ministro presenta una lesión interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, además de la rotura de dos dientes y la fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada.

Berlusconi resultó herido cuando Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que está sometido a tratamiento desde hace diez años por problemas mentales y sin antecedentes penales, le arrojó una estatuilla réplica en miniatura de la Catedral de Milán. Tartaglia fue inmediatamente arrestado y sobre él recae la acusación de lesión agravada.

El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, ha confirmado ante la Cámara de los diputados que el ataque a Berlusconi fue premeditado y que el agresor actuó con "rabia". Maroni ha asegurado que el agresor se encontraba en el lugar ya desde las 11.00 (10.00 GMT) preparando su ataque.

El agresor, Massimo Tartaglia, se ha disculpado con el mandatario en una carta y ha expresado su malestar por haber cometido "un acto superficial, cobarde e irreflexivo".

Asimismo, Tartaglia ha manifestado "su sentido disgusto" y ha afirmado que no se reconoce en la agresión, han informado sus abogados, Daniela Insalaco y Gian Marco Rubino, a través de un comunicado.  Está previsto que el miércoles se celebre la vista para decidir sobre la convalidación del arresto de Tartaglia, solicitada por Spataro.