Se han recibido un total de 13.841 votos, de los que 6.395 —un 46,02 por ciento— se decantaron por el color azul y blanco para el puente; 4.029 personas —29,1 por ciento— eligieron el actual color verde; y 3.417 zaragozanos —el 24,68 por ciento— optaron por el color rojo-amarronado.

El consejero municipal de Cultura, Grandes Proyectos e Infraestructuras, Jerónimo Blasco, expresó su satisfacción por la participación de los ciudadanos en una decisión municipal de este tipo, al apreciar que "es un ejercicio de democracia participativa y directa.

Blasco indicó que "creemos positivo el resultado, porque se trataba de una experiencia piloto, que nunca se había llevado a cabo, y que, lógicamente, tendrá su reflejo en la realidad, ya que el puente se va a pintar con los colores que han ganado".

Además, para que el ámbito de opinión recogida fuera más amplio, "hemos incorporado también en el cómputo los resultados de las votaciones electrónicas que se hicieron, durante un día, en los dos diarios de la ciudad, Heraldo de Aragón y El Periódico de Aragón".

En la Comisión de Infraestructuras y Participación Ciudadana que se celebró el pasado 26 de noviembre se presentaron los bocetos de las tres posibilidades, y se decidió, de acuerdo con los presidentes de las dos Juntas municipales que une el puente, El Rabal y Casco Histórico, consultar a las asociaciones y colectivos de estos barrios y a los ciudadanos de manera directa, a través de la web municipal.

Como consecuencia del estudio realizado sobre el estado de los puentes de Zaragoza, el Gobierno municipal ha puesto en marcha dos actuaciones: por una parte, la realización de una contrata para el mantenimiento de estas infraestructuras, de las que hay más de 70 en la ciudad, y por otro lado, un proyecto específico para la restauración y mejora estética del Puente de Hierro, entre ellos la restauración y pintado de toda la estructura metálica.

Realizado a finales del siglo XIX, el Puente del Pilar, llamado popularmente "De Hierro", fue una obra de ingeniería muy avanzada en su época y se convirtió muy pronto en una de las señas de identidad de la Zaragoza moderna.

Cuando a principios de los años 90 del pasado siglo se acometió su reforma, se optó por construir dos nuevos puentes para la circulación de vehículos y mantener la estructura histórica exclusivamente para uso peatonal, una vez debidamente restaurada.

Debido al envejecimiento de los materiales con los que está construido, sobre todo en su parte metálica, se van a llevar a cabo una serie de obras de mantenimiento que consisten fundamentalmente en el chorreado y limpieza de la estructura metálica, aplicación de pintura de protección, refuerzo de vigas metálicas, eliminación de vegetación y limpieza de las pilas del puente, mejora del drenaje y reparaciones secundarias: barandillas, juntas.

El presupuesto de adjudicación de las obras es de 735.259,20 euros, y está adjudicado a la empresa Navascués Obras y Puentes S.L., con un plazo de ejecución de 6 meses.