Apenas llega a 24 metros cuadrados, pero el espacio es absolutamente necesario si los vecinos quieren tener un ascensor en su edificio. Lo impide el local de la planta baja, de propiedad privada, que invade el hueco de la escalera del portal, en este caso del número 1 bis de la calle Las Cortes de Bilbao.

La solución pasa porque los vecinos del inmueble se hagan con ese espacio. Pero como el dueño no vende, la alternativa es expropiar.

Es lo que ya posibilita el Ayuntamiento bilbaíno, avalado, eso sí, por el Juzgado de Expropiación Forzosa. Una nueva ordenanza, aprobada el año pasado, da vía libre a la expropiación en este tipo de casos.

Y el de la calle Cortes ha sido el primer edificio en recurrir a esta argucia legal, aunque la problemática se extiende por muchos barrios de la ciudad.

De hecho, este caso abre la puerta a nuevas expropiaciones que permitan facilitar la accesibilidad a los edificios de Bilbao. Otros cuatro edificios bilbaínos han pedido iniciar los trámites de expropiación.

Según cálculos del Consistorio, hasta 2.000 inmuebles podrían instalar ascensor de este modo o a través de la fachada exterior, la otra posibilidad incluida en la ordenanza. Ahora, en la ciudad, la cuarta parte de los hogares se las tienen que apañar sin ascensor, unas 34.000 viviendas  de las 140.000 totales.

Y eso que en los últimos años se han instalado más de 500 ascensores con subvenciones públicas. El problema en muchos inmuebles era la imposiblidad física. Ahora, por medio de la expropiación, se rompe esa barrera.

SIN ASCENSOR EN RENFE, EN ZORROZA Es la queja que ha llegado a  20 minutos de varios vecinos del barrio de Zorroza, que demuestra la importancia de un elevador.

Critican el retraso de las obras de Renfe en la instalación de dos elevadores para acceder a los andenes. Dicen los vecinos que las obras debían haber terminado en septiembre, pero aún siguen en ello. Y, claro, para un minusválido o para cualquiera que llegue con sillitas de niño es un auténtico suplicio.

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