De perdidos, al río. Ante el anuncio de cierre de una empresa o para evitar el recorte de derechos, más trabajadores han recurrido a la huelga como arma de presión en Catalunya. En los últimos 12 meses (septiembre de 2008 a agosto de 2009) se han empleado 224.296 jornadas laborales a este derecho, según el Departament de Treball.

Esto supone un aumento del 69,8% respecto al año anterior. Ese tiempo invertido equivale a una jornada laboral de 997 años. Ni al longevo Matusalén le daría tiempo.

En paralelo, la cifra de trabajadores participantes en huelgas ha subido un 29,6%, a pesar de que Catalunya ha perdido en esos cuatro trimestres el 8,5% de su fuerza laboral (hay 296.000 trabajadores ocupados menos). Por sectores, nadie en agricultura paró durante el último año; esta rama ha sido la menos afectada por la desocupación (+24,4%).

En la construcción, el paro ha crecido un 30,6%, pero las huelgas han sido casi inexistentes: seis días en total. Muy diferente es la situación en los servicios. El tercer sector, en el que ahora hay un 63,7% más de parados, las huelgas se cobraron 48.891 jornadas laborales.

Pero es la industria la que peor situación padece en Catalunya. El paro se ha duplicado (+102,7%) y sus trabajadores han mantenido huelgas por valor de 175.401 días, el 78,2% del total. El mes más conflictivo fue diciembre (61.661 jornadas en huelga) y el menos, septiembre de 2008, con 1.509.