El volumen de agresiones que en ocasiones sufren los médicos se mantiene constante, pero desde hace un año está aflorando en Valencia un fenómeno preocupante dentro de este capítulo: los insultos racistas que reciben facultativos extranjeros por parte de pacientes exaltados por las demoras o por la falta de conformidad con el diagnóstico.

Para poner freno a esta dinámica, una comisión técnica formada por los representantes sindicales y la Conselleria de Sanidad se reúne mañana por primera vez para desarrollar un Plan de Actuación contra las agresiones. En él se abordará el refuerzo de la figura del profesional sanitario como autoridad pública, según confirman desde el sindicato CESM y desde el Colegio Oficial de Médicos

Según los datos recopilados por el éste último, hasta el momento se han contabilizado 30 agresiones de todo tipo (en todo 2008 fueron 31). Entre ellas destacan las de tipo físico, que han subido notablemente. El escenario de estos ataques suelen ser mayoritariamente los servicios de Urgencias.

El coordinador de esta área en el Colegio, Alejandro Buendía, alerta sobre el aumento producido desde hace un año en los insultos racistas hacia galenos sirios, libaneses, palestinos, latinoamericanos y de Europa del Este.

«Nos fijamos en quién es el agresor, ya que en un 40% de los casos no es el paciente, sino el acompañante, que muchas veces permanece fuera de la consulta esperando y no tiene toda la información», explica Buendía. Sólo un tercio de los casos acaba en denuncia, por miedo.

Cinco preguntas a… Alejandro Buendía - Coordinador del área de agresiones del Colegio de Médicos de Valencia

1. ¿A qué se debe este ritmo sostenido en las agresiones a profesionales sanitarios? No sabemos exactamente a qué obedece, pero vemos que normalmente se concentra más en hospitales. El promedio es de unos 30 casos al año.

2. ¿Qué empuja a estas personas a perder el control? Muchas veces no es un tema estrictamente médico. Casi siempre es por las esperas en Urgencias o en centros de salud y por mala circulación de la información hacia el paciente. Casi el 50% ocurren en puntos de urgencias a raíz de expectativas que no son reales, como la realización de pruebas que no son necesarias desde el punto de vista del médico.

3. ¿Hay un perfil del facultativo agredido? Hay algo más de mujeres que de hombres, pero creo que se debe a que cada vez salen más mujeres de las facultades. En cuanto a la edad, la media está en unos 44 años.

4. ¿Siempre son daños físicos? No, también hay amenazas, insultos y daños a las cosas. Hemos vistos casos de rotura del mobiliario de los centros, ataques al coche del facultativo...

5. ¿Hay alguna característica que defina al agresor? Bueno, a una consulta llega gente de todo tipo, es un reflejo de la sociedad. Sí que se tiene en cuenta si es toxicómano o padece problemas psiquiátricos.