Las fuerzas de seguridad encontraron este martes una fosa común con los cadáveres de once víctimas más de la masacre perpetrada por una disputa de clanes en el sur de Filipinas, con lo que son ya 35 los muertos en la tragedia.

El director de la Policía filipina, general Jesús Verzosa, confirmó el hallazgo de los cadáveres en un área remota de la provincia de Maguindanao cerca del mismo lugar donde la víspera aparecieron los cuerpos sin vida de otras 24 personas decapitadas.

El Gobierno filipino ha declarado el estado de emergencia ha anunció el envío de hasta 300 policías a la zona donde se han producido los asesinatos.  La presidenta Gloria Macapagal Arroyo proclamó la emergencia en las provincias de Maguindanao y Sultan y en la ciudad de Cotabato City "para prevenir nuevos ataques".