«La zona verde es una vergüenza». «Hace  siete años que estoy en Barcelona. Vivo en Ausiàs March con Marina y creo que la zona verde es una vergüenza. Si te olvidas de poner el ticket unas horas te ponen un aviso que se convierte en 48 euros de multa. A mí me ha pasado dos veces pero no he pagado las multas porque me parece una barbaridad. El problema es que los que vienen a las ocho de la tarde pueden aparcar gratis y nos dejan sin sitio a los vecinos de la zona».

Emilia López. Hostelería, 47 años

«Duermo cuatro horas». «Vivo en la calle Sitges y hemos hecho un escrito quejándonos de la gente que orina en la calle, de los bares, del ruido del camión de la basura... Tenemos una reunión con el Ajuntament. Hace años que estamos así. Creo que el Ajuntament no hace nada . Yo duermo cuatro horas porque los bares cierran a las cuatro de la madrugada y el camión de la basura pasa a las ocho de la mañana. A mí me molesta más el camión de la basura que los bares».

Manuel Salvador. Jubilado, 83 años

«Fui a la División Azul». «Antes era encofrador, hacía encofrados de madera, e hice el Hotel Manila. En el año 1941 fui a Rusia, a la División Azul. Allí cogí una pulmonia. Soy catalán, nací en la calle Blasco de Garay, aunque la casa donde yo nací ya no existe. Viví durante12 años en Zaragoza porque mis padres eran maños y fueron a cuidar a una tía mía que vivía allí. A mi me gusta mucho Barcelona, la veo bien pero muy cambiada».

Mariano Manzanares. Cocinero, 36 años

«Piensan que los que vivimos en el barrio viejo somos delincuentes». «Vivo en la calle Joaquim Costa y veo el barrio muy sucio, pero es la gente de la calle quien lo ensucia porque los basureros hacen bien su trabajo. Cuando dices que vives en el barrio viejo ya te dicen que vives en el barrio malo. Hace dos años cogí un taxi y cuando le dije que iba al barrio viejo me dijeron que me dejaban en Pelai. Piensan que todos los que vivimos aquí somos delincuentes».

Ana Ballines. Estudiante, 33 años

«Los edificios de Barcelona son alucinantes». «Soy de Vigo pero llevo algo más de una semana en Barcelona buscando escuela gráfica publicitaria. Sé que aquí hay escuelas buenas. Tengo intención de quedarme. Barcelona me gusta mucho: los edificios son alucinantes, hay mucha gente... Pero el clima es un poco bochornoso. Si estamos en octubre y hace calor, ¡imaginate en agosto!»