Los trabajadores de Juliana volvieron ayer a ‘tomar’ las calles y a reclamar una salida ante la quiebra del último astillero gijonés. El comité de empresa asegura que la situación «es responsabilidad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)», a la que acusan de «hacer una venta fraudulenta de lo que antes era Izar Gijón», que contó «con la complicidad del Consejero de industria», Graciano Torre, a lo que suman la «nefasta» gestión de la empresa por parte de Vulcano.

Ayer volvieron a quemar neumáticos y a dirigirse hasta el Ayuntamiento para exigir la continuidad de la empresa naval que pasa, en opinión del comité, «por otra composición accionarial y por el cumplimiento de las garantías acordadas por parte de la SEPI». Tras reunirse con los representantes de los trabajadores, el primer y tercer teniente de alcalde, José Manuel Sariego y Jesús Montes Estrada, respectivamente, defendieron la necesidad de estar juntos -Principado, Ayuntamiento y trabajadores- «en la misma trinchera» frente a la SEPI para buscar una salida de continuidad a Factorías Juliana y apostaron por dejar de lado las «discrepancias» que pudieran haber existido durante estos meses de negociación. Sariego se comprometió a gestionar una entrevista con Torre y a que sean recibidos por los grupos parlamentarios del Principado, el próximo día 16, fecha en la que los trabajadores se concentrarán ante la sede de Industria.

"Un nuevo dueño es el futuro"

El primer teniente de alcalde de Gijón, José Manuel Sariego, aseguró ayer que el objetivo para garantizar Juliana es que haya un nuevo dueño. Recordó que es uno de los astilleros «mejor dotados de Europa» y que Gijón no se puede permitir la desaparición de la industria naval. El tercer teniente, Montes Estrada, añadió: «ya perdió Mina la Camocha y Naval Gijón, no puede haber más recortes».