Agustín García (71 años) e Hipólito Olivares (69) están jubilados, pero no se les pegan las sábanas. Desde que comenzó el curso, estos vecinos de Alcobendas tienen que estar como un clavo al filo de las nueve de la mañana en los colegios Valdepalitos y Antonio Machado, respectivamente. Y todo porque son dos de los ocho voluntarios viales (mayores de 65 años) encargados de regular el tráfico a la puerta de estos centros escolares.

Como ellos, Dolores Mila y José Luis Soto (matrimonio de 63 y 71 años) también hacen las veces de agentes urbanos en los aledaños del colegio Tierno Galván. "Es mucha responsabilidad", asegura José mientras levanta la señal de stop para detener un vehículo y ceder el paso a Axel (de 9 años), que saluda encantado. "Me parece bien que estén aquí", resume el chaval mientras arrastra su trolley.

"Hay que estudiar"

Carlos y Lorena también celebran su presencia: "No está mal", aseguran, aunque de momento acompañan a diario a su hijo Carlos, de casi 5 años, hasta su aula. Igual que Conchi, la mamá de Julio (3 años), a la que le parece "muy bien" que Dolores y José Luis velen por la seguridad del pequeño.

La pareja de voluntarios viales explica que ellos se apuntaron a la iniciativa del Ayuntamiento "por aburrimiento", aunque Dolores matiza: "Él sí se aburre, yo no, pero como hay que estudiar, pues me apunté con él para animarle".

El estudio al que se refiere es el curso de tres semanas (dos teóricas y una práctica) que imparte el Consistorio alcobendense y que corre a cargo de la Policía Local. "Lo hacen muy bien, cada día mejor", afirma el agente del que depende la supervisión de la pareja justo en el cruce entre las calles Huertas, Mariano Sebastián y La Cruz.

Tan bien está resultando el programa que el Ayuntamiento estudia ya la posibilidad de ampliar el número de colegios con voluntarios viales (a los 14 públicos y luego también a concertados y privados). "Dependerá de las solicitudes", explican. Los interesados en ser voluntarios deben llamar al 916 597 600.