Máximo trabaja en la avenida de San José, sale del trabajo a las 22.30 horas y si se demora más de 10 minutos en llegar a la parada del autobús se ve obligado a esperar hasta media hora para poder coger el 39, que le lleva hasta su vivienda en el barrio de Torrero.

Como él, muchos usuarios del autobús urbano tienen que soportar a esas horas de la noche esperas que en muchos casos rozan los 30 minutos para poder acceder al transporte urbano.

La razón de estas demoras, que se registran sobre todo en las conexiones de San José con Torrero y en la mayoría de líneas, exceptuando las de mayor uso como la 30, la 33, la 38 o la 40, se encuentra en los ajustes que se realizan para poder cuadrar las jornadas de los chóferes. Justo en la franja horaria que oscila entre las 22.40 y las 23.15 muchos de los vehículos se retiran a cocheras, lo que al final deja amplias demoras en las paradas para los usuarios que intentan acceder al transporte urbano a esas horas.

"Muchas noches llegan a pasar hasta dos buses con el cartel de a cocheras seguidos sin que vea un solo 39", explica Máximo. Algo parecido sucede con la línea 32, que empieza a retirar coches a partir de las 22.30 horas, según confirman los propios conductores consultados por 20 minutos.

"Antes se terminaban todas las vueltas, pero ahora es complicado cuadrar los horarios para evitar esos problemas", explican los chóferes.