Tras el éxito obtenido con su segundo disco, Orgànic, ahora vuelve con Katá, un álbum lleno de sorpresas en el que se adentra de nuevo en los mundos de la tradición musical.

Lejos de olvidarse de sus raíces, el músico y compositor se deleita con todo el folk que baña el Mediterráneo.

En el disco, todo tiene cabida y también un porqué. Lo primero que tiene una explicación es el nombre del trabajo discográfico, Katá, que alude a las capas subterráneas que comunican unos lugares con otros de forma permeable.

El sustrato musical de Miquel Gil lo forman las cálidas tierras que baña nuestro mar, y bebe de las fuentes que se encuentra por el camino, ya sean del Levante y del sur español, del norte africano o de las costas mediterráneas de Europa, tanto de Italia como de Turquía o Grecia.

Las jotas, picados mallorquines, boleros y granaínas están presentes en el álbum, y son interpretados por una gran variedad de instrumentos (laúd, gumbús, bandurria, guitarrillo, dulzaina y flauta, por poner varios ejemplos).

Con la idea de continuar su proyecto iniciado en Orgànic, Miquel vuelve a musicalizar poemas de jóvenes poetas catalanes y logra aunar las tradiciones con la actualidad.

Todo ello interpretado con su personalísima voz (cercana a la de los cantaores flamencos), que hace única esta propuesta.

* Auditori de Torrent. Vicente Pallardó, 25. Hoy, 22.30 h. La entrada cuesta 10 euros.