Se ha convertido en un vertedero urbano en el que conviven roedores, restos de la  movida acumulados durante meses y algún que otro inquilino en una improvisada chabola.

Los vecinos de la calle Juglar y alrededores, en pleno barrio de San Bernardo, ya no aguantan más la situación de abandono en la que está un solar de su calle. Los jaramagos y la maleza alcanzan en algunos puntos la altura de un jugador de baloncesto y, aun así, no ocultan la porquería acumulada.

Los vecinos alertan del peligro de que algún inconsciente arroje una colilla mal apagada y provoque un incendio. Pero la excesiva altura de la vegetación no es el problema más acuciante. El solar se ha convertido en paraíso para gatos, que se dan grandes banquetes a costa de las numerosas ratas que merodean por allí para horror del vecindario.

Además, cristales

Por si fueran pocos los usos del solar, los jóvenes que hacen allí su botellona cada fin de semana, lo aprovechan como aliviadero y como lugar ideal para abandonar sin pudor sus vasos de plástico y botellas de alcohol vacías. «Incluso entran drogadictos a pincharse», se queja, amarga, una vecina de la zona.

Asimismo, hace ya días que alguien, o algunos, decidió instalar allí su pequeña vivienda a cinco minutos del centro. Ahora, una chabola de tablas de madera preside este peculiar jardín de San Bernardo.

«Antes del verano denunciamos la situación al Ayuntamiento», cuenta el vecino Juan José Berbel. El solar pertenece a un particular «y el Ayuntamiento nos ha dicho que está haciendo gestiones para que lo arregle», añade.

Mientras, los vecinos siguen aparcando en doble fila y reclaman el solar para garaje o, al menos, para un parque infantil.

Silvia romero. Vecina. «El solar está en un mal estado, es evidente. Es un terreno muy descuidado y que se podría aprovechar, por ejemplo, para construir algunas viviendas para jóvenes o ampliar las plazas de aparcamiento».

Jorge ruiz. Estudiante. «Está realmente asqueroso. Perfectamente se podría hacer en ese terreno una zona verde, un parque infantil o, en cualquier caso, ampliar los aparcamientos, que hay demasiados coches en doble fila en las calles».

Pedro ponce. Jubilado. «El Ayuntamiento debería tener unas ordenanzas que obliguen a los propietarios de solares a tenerlos cuidados. Es una vergüenza, seguramente estarán especulando con el terreno».