A mí sólo me quedan ganas para gritarle a este mundo hipócrita, para decirle a mi niña que la quiero profundamente y que, a pesar de todo, debemos luchar juntas. No busco que me entiendan ni que compartan mi opinión, sólo que nos respeten.
Si todo el mundo amara como lo hacemos Almara y yo, el mundo cambiaría, sería un poco más amable y más feliz, estoy segura.
Desde este triste aunque esperanzado corazón os mando la fuerza y el valor que necesitéis para salir adelante. No será fácil, pero juntos podemos hacer que cambie y, sobre todo, sed vosotros mismos, que la sociedad no os pueda. Ánimo.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios