Pues que no sería un diccionario, sino un sistema de abreviaturas no normalizadas que cada usuario crea a su medida. Creo que es muy difícil poner de acuerdo a millones de usuarios que comparten en 22 naciones el español, pero no sus abreviaturas.

¿Es un nuevo fenómeno?

No tanto. La RAE ya dispone de un índice de abreviaturas más frecuentes. Ya en mi juventud de estudiante las usábamos para tomar apuntes en la universidad. Son tan viejas como las propias letras.

¿Están recuperando la escritura los jóvenes con los e-mail y los SMS?

Sí, eso es cierto, pero en medios como el correo electrónico se descuidan aspectos de la escritura como la correción del estilo en favor de la inmediatez. Ocurre lo mismo que con los telegramas, que para ahorrar dinero se suprimían palabras.

Es el triunfo del pragmatismo en la comunicación...

Claro, con el teléfono móvil es igual. Para gastar menos en los mensajes se está quitando expresividad al lenguaje. Al eliminar preposiciones, artículos y acortar palabras tenemos una caricatura de la lengua. Cada uno se confecciona un lenguaje a la medida de sus gastos.

Bio

Este granadino de 78 años es Doctor en Filología Románica y profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid. En 1987 ingresó en la Real Academia Española de la Lengua, de la que es vicedirector.