Casi todo el mundo la recuerda por una canción: Torn lleva sonando en bares, fiestas y demás una década larga, pero Natalie Imbruglia no se ha cansado de ella. Es más, cree que es "triste" renegar de un éxito así. Fue el single de Left of the Middle, su disco de debut; esta semana, ha publicado su cuarto trabajo, Come To Life (Island records), que presenta como un cambio radical en su profesión y su propia vida.

La australiana se muestra "entusiasmada" al otro lado del teléfono y confirma sus ganas de "volver a la carretera" después de cuatro años. En esta etapa le acompañan un nuevo sello y amigos como el productor Ben Hillier o Chris Martin, que le ha ayudado con tres temas del álbum, Lukas, Fun y Want. "No tengo ni idea de por qué lo ha hecho", explica Imbruglia entre risas. El líder de Coldplay ha tenido, además, algo que ver en la actitud rompedora de la cantante, que entona de una manera más arriesgada y sensual.

"Me animaron a que cambiara el registro, a que forzara un poco la voz, pero en todo momento me he sentido muy cómoda", explica, añadiendo que, en efecto, el tiempo no han pasado en balde y "la experiencia" le ha hecho mucho más fuerte. Brian Eno, el mago responsable también de los últimos triunfos de U2, compartió con ella algo más que un estudio de grabación casero, al que acudió de la mano de Martin. "Es un hombre maravilloso, muy inspirador", añade, eternamente "agradecida".

Vivir el momento, no hacer planes

Hoy la artista se centra en "vivir el momento. No hace planes de futuro -"al final las cosas siempre cambian"- y prefiere concentrarse en su disco. El trabajo ocupa casi todo su tiempo, confiesa ser una especie de "adicta", aunque siempre guarda un hueco para pasear con su perro y estar "en silencio". Y para Naciones Unidas, organización para la que trabaja intentando erradicar los casos de fístula obstétrica en África que provocan miles de muertes a parturientas. Se siente "muy involucrada" con este proyecto.

Antes de Navidad la australiana viajará de nuevo al continente negro como embajadora. Y compaginará esta visita con las que Come To Life le proporcionará cuando vaya de gira, "al máximo número de países posible". Pasará los ratos muertos, seguramente, escuchando en su iPod a Bart for Lashes, Florence and the Machine o Karima Francis de los que es fan, y puede que algo de Tom Tom Club. De música española no tiene nada, aunque eso es algo que "habrá que arreglar", confiesa divertida.

A sus 34 años ha pasado por muchas cosas, y recuerda con una pizca de nostalgia sus inicios en la serie Neighbours (Vecinos), que compartió, aunque no en tiempo, con su "amiga" Kylie Minogue. "Estoy muy orgullosa de aquello, fue la primera vez que salí de casa y mi debut en el mundo artístico", añade. Natalie insinúa con su tono y sus expresiones que una segunda oportunidad le ha sido concedida. Y piensa aprovecharla.

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