Aunque su intención era empezar a funcionar el fin de semana pasado, la división de las atracciones en tres escenarios distintos ha retrasado su puesta en marcha. La instalación eléctrica no estaba preparada para afrontar el cambio que ha provocado la ampliación del pabellón Interpeñas. Ahora trabajan a contrarreloj. Algunas atracciones, como la Uve, se quedan fuera. Otras, como la gran noria, están de camino a Zaragoza desde el Fórum de Barcelona.
Cada viaje costará unos dos euros. Las atracciones novedosas serán las más caras. Pero los niños, y sobre todo sus padres, se beneficiarán de precios más baratos en jornadas específicas. Los días populares serán el 18 y 19 de octubre: pequeños y mayores pagarán 1,20 euros por cada atracción.
Las actividades infantiles del parque Torrerramona contribuirán a que el negocio de las ferias para niños vaya viento en popa. Las de mayores y, sobre todo, las tómbolas temen que la división de las instalaciones haga mermar sus ingresos.
Al ferial, del que viven más de 130 familias, acudirán 25.000 personas al día hasta el 23 de octubre.
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