Ni hordas de menores de edad, ni avalanchas de incautos... nada de eso. Las farmacias vascas vivieron con normalidad el primer fin de semana en el que la píldora del día después se dispensó sin receta médica.

Esta novedad vigente desde el 1 de octubre ha levantado ampollas en otras comunidades autónomas, pero aquí el terreno estaba ya muy abonado. Desde hace un año, todos los ambulatorios y centros de planificación familiar de Euskadi dispensan este medicamento gratis. También se entrega en los ambulatorios de guardia.

Así que pese a la novedad, las mujeres que necesitan la píldora han seguido acudiendo a estos centros. A fin de cuentas, allí hay médicos y ya se ha dicho que es gratuita. En farmacia sale a 18 euros.

«Quizá la única ventaja de la farmacia en este aspecto es que, si no te importa pagar el precio, lo tienes rápido y a mano, sin tener que dar vueltas», explica Sonia Saenz de Buruaga, titular de la farmacia homónima en la calle Henao de Bilbao. Su botica ha vendido una píldora postcoital el pasado fin de semana.

También se puede tener en cuenta otra cuestión. Ir al ambulatorio supone tener que encarar al médico de cabecera. Eso puede retraer a alguna mujer, sobre todo si existe cierta relación desde hace años. En farmacia la dispensación es absolutamente anónima.

La apertura de estos nuevos cauces ha conseguido que los fines de semana ya no aparezcan por las urgencias hospitalarias parejas asustadas. Desde el Hospital de Cruces explican que este fin de semana no han recibido ni a una sola mujer en esta tesitura.

Antes era una constante. De hecho, algunos médicos se negaban a atender a estas mujeres aduciendo que las urgencias están para otras necesidades más acuciantes.

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