Son seis cuentos de humor ácido situados en una ciudad francesa imaginaria del valle del Ródano.

 

 

Hay de todo: políticos corruptos, profesores de universidad que hablan mucho y dicen poco, gallinas marxistas que organizan una revolución... Son ficticios, pero inspirados en personajes que no me gustan de esta sociedad clasista y llena de prejuicios en la que vivimos.

 

 

Después de escribir 200 páginas sobre las atrocidades de la guerra civil, necesitaba respirar y reírme con algo diferente.

 

 

Escribí uno de los relatos, Sexto mandamiento, sobre una pareja que está haciendo el amor cuando se les aparecen los mandamientos en forma de mujer y se ponen a filosofar. Lo leyeron en la editorial y les gustó, así que completé el libro con cinco relatos más.

 

 

Eso es lo que pretendo y parece que lo he conseguido porque todos los que lo han leído dicen que se han muerto de la risa. No pretendo pasar a la historia de la literatura con esta obra, pero creo que tiene una carga mordaz y satírica que puede gustar al lector, y ya estoy preparando la segunda parte.

 

 

No, ya tengo otra novela preparada que saldrá a la venta muy pronto, dentro de un par de meses.

 

 

Ricardo Vázquez-Prada nació en Barcelona hace 62 años y ha trabajado en Heraldo de Aragón durante 36 años.