El Instituto Galego de Estatística (IGE) publicó ayer un análisis de la construcción en Galicia en el primer semestre de este año y el resultado es muy pesimista. El sector despidió 2008 con 145.213 puestos de trabajo y entre enero y julio de este año dos de cada diez de estos empleos desaparecieron. Esto supone casi 30.000 personas que se quedaron sin trabajo.

Algo que concuerda a la perfección con la tremenda caída experimentada en el nivel de actividad. En el primer semestre de este año las transacciones de viviendas cayeron un 32,6%, descenso que se suma al 23,6% experimentado en 2008. Con todo, las estadísticas que maneja el IGE reflejan que la mayor caída se sufrió en el primer trimestre y que en el segundo se suavizó, pero sólo ligeramente.

Un pequeño soplo de esperanza para un sector que, sin embargo, cada vez está más parado. El pasado año se cerró con un total de 31.798 viviendas nuevas sin colocar y, dada la caída de las ventas, los empresarios no quieren seguir levantando edificios. Así lo reflejan los datos de licencias de obra concedidas por los ayuntamiento y de los visados de dirección de obra aprobados por los colegios de arquitectos.

Menos casas en oferta

Estos dos permisos permiten hacerse una idea de cuál será la oferta de vivienda nueva en los próximos meses y años. Y parece que se va a construir más bien poco. Las licencias descendieron un 63% y los visados un 70,7% en los primeros meses de este año.

Los únicos que pueden sacar alguna ventaja de los reveses que sufre la construcción son los aspirantes a comprar un piso. Porque el sector está realizando ajustes no sólo despidiendo trabajadores y edificando menos, sino también rebajando el precio de las viviendas. Así, el precio medio del m2 de un piso nuevo es ahora 124 euros inferior que en 2008: está en 1.436,4 €.

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