El bebé y su madre, Raquel Moreno, de 33 años -que falleció en la explosión-, fueron incineradas por la mañana en un ambiente de profundo dolor, en el Tanatorio de Getafe.

Estas tres muertes se suman a las de los tres miembros de una familia de Madrid, un matrimonio y su hija de siete años, que aparecieron muertos el pasado 7 de enero por inhalación de monóxido de carbono en un piso de Logroño, con lo que en menos de dos semanas de 2005 son ya seis las personas fallecidas en circunstancias relacionadas con escapes de gas

El secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, que visitó a los heridos ingresados en el Hospital de Getafe, aseguró que el inquilino de la vivienda donde se produjo el miércoles el suceso le había relatado que la explosión tuvo lugar al encender un interruptor de la luz una de las personas a las que él estaba enseñando el piso y que al entrar en la vivienda "olía a gas".

Uno de los heridos es un varón de 36 años que sufre quemaduras en  la cara y las manos, y tanto Simancas como Castro hablaron con él y  con su familia. Ambos políticos aseguraron que el herido va a  recuperarse totalmente. Según Simancas, este hombre está muy afectado  psicológicamente porque una amiga suya ha muerto y él se ha quedado  sin casa.

La otra persona hospitalizada en Getafe es una mujer de 29 años  que está más grave y estaba siendo intervenida quirúrgicamente esta  mañana. El secretario general del PSM indicó que se le ha  diagnosticado una paraplejia irreversible y va a perder la movilidad  de las dos piernas. "Ésta es una circunstancia dramática --dijo  Simancas-- ya que esta mujer va a tener que rehacer su vida  profesional y personal".