La central de Garoña, escenario de un simulacro de alerta por incendio

  • También se realizó un simulacro de parada del reactor.
  • Un suceso así habría sido clasificado como accidente de nivel 4.
  • Hasta el lugar se desplazaron técnicos y unidades móviles.

La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) fue escenario este jueves del preceptivo simulacro anual, en este caso de incendio y parada del reactor, de nivel 4 en la escala internacional, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior, con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del CSN y de la Subdelegación del Gobierno.

La actuación del Consejo se desarrolló desde la Sala de Emergencias (SALEM), realizando el seguimiento de la instalación y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad y para la adopción de medidas de protección radiológica, según informaron fuentes del CSN.

Dentro del ejercicio, a las 9.30 horas la central notificó al CSN declaración de una alerta de emergencia por un incendio de duración superior a 10 minutos, que afectó a una cabina eléctrica de seguridad y que sofocó su brigada contra incendios.

Posteriormente se añadió al ejercicio una parada del reactor, sin que se insertaran completamente las barras de control, daño parcial del combustible y la ausencia de funcionamiento total del sistema de control líquido de reserva.

El titular de la central llegó a simular la declaración de la categoría IV (emergencia general) de su Plan de Emergencias Interior y el CSN escaló su Organización de Respuesta ante Emergencias hasta el modo 3, que implica la participación de todo su personal, y requirió la activación de Proinsa y del Ciemat, que desplazaron técnicos y unidades móviles hasta el emplazamiento.

En cuanto a las medidas supuestamente adoptadas por el Centro de Coordinación Operativa de Burgos (Cecop), se incluyeron la participación de los servicios de salvamento y extinción de incendios, los de atención sanitaria y de asistencia social de urgencia, la distribución de yoduro potásico a la población residente en un radio de 10 kilómetros, así como el confinamiento en el domicilio de ésta.

Conforme a lo establecido en la situación II del Plan de Emergencia de Burgos, también se planteó el control de agua y alimentos. Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como accidente de nivel 4 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

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