La apertura de esta "investigación inmediata" fue anunciada ayer tarde por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo marroquí, Driss Yetú, que comparecieron en conferencia de prensa al término de la VII Reunión de Alto Nivel bilateral, celebrada en Sevilla.

Yetú coincidió con Rodríguez Zapatero en considerar coyunturales las avalanchas masivas de inmigrantes en Ceuta y Melilla y aseguró que la inmigración subsahariana plantea "muchos más problemas" a su país que a España.

Los dos jefes de Gobierno anunciaron medidas para reforzar un nivel de cooperación bilateral en esta materia que ya consideran positivo y apostaron por implicar a la UE y otros países del Magreb y el Africa subsahariana en la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos.

Según una nota informativa del Cuerpo Nacional de Policía en Ceuta, miembros de la Gendarmería marroquí hicieron uso de sus armas de fuego contra los inmigrantes subsaharianos que la pasada madrugada protagonizaron el intento de entrada masivo por la frontera de Ceuta.

En el asalto a la valla fronteriza ceutí participaron unos 500 inmigrantes, y dos de los cadáveres aparecieron en territorio español, con heridas de bala según fuentes de la investigación, mientras que los otros tres fueron hallados en el lado marroquí.

Un total de 163 subsaharianos lograron saltar el doble vallado y más de un centenar de ellos fueron atendidos en centros sanitarios de Ceuta, la mayoría con heridas leves.

El Consejo de Ministros aprobará en su reunión de hoy un Plan de Seguridad para Ceuta y Melilla que incluirá medidas de incremento de la seguridad, abordará el problema de los centros de internamiento de los inmigrantes y recogerá alguna otra iniciativa de tipo social.

Por su parte, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, ha solicitado su comparecencia en la correspondiente comisión del Congreso para dar cuenta de la investigación sobre los hechos.

Fuentes cercanas a los servicios de inteligencia españoles indicaron que Marruecos colabora, "dentro de sus capacidades", con España en la solución al problema de las avalanchas de inmigrantes ilegales en Ceuta y Melilla.

El PP ha atribuido a la política de inmigración y exterior del Gobierno los "asaltos masivos" a las fronteras de Ceuta y Melilla, una acusación que fue rechazada por el Ejecutivo al negar que las avalanchas de inmigrantes sean resultado de algún tipo de "efecto llamada", mientras que Izquierda Unida ha asegurado que el Ejército "no es eficaz" para resolver esta clase de asuntos.

El líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó hoy que "hacer comisiones" con Marruecos "está muy bien", pero la responsabilidad de un Gobierno es "prevenir", y dijo confiar "mucho" en el "buen hacer" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que "siempre actúan" conforme al Estado de Derecho.

"Espero que el Gobierno nos lo explique a todos", señaló Rajoy en respuesta a una pregunta sobre la procedencia de los disparos que tenían algunos de los fallecidos en la avalancha.

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que asistió en Sevilla a la Cumbre Hispano-Marroquí, abogó por "una atención y esfuerzo constantes" de Marruecos en la lucha contra las mafias y el control de la inmigración irregular para impedir "la tragedia de ver convertidos los mares que nos unen en cementerios bajo las aguas".

La Asociación de Trabajadores Inmigrantes de Marruecos en España (ATIME) anunció hoy que acudirá a los organismos y tribunales internacionales a pedir justicia cuando se confirme qué país, Marruecos o España, ha sido el responsable de los inmigrantes muertos por heridas de bala, según declaró el presidente de esta organización, Mustafa Merabet.