Uno de los mossos acusados de agredir a un detenido durante el toque de queda: "No se nos puede pedir tanta exquisitez"

Imagen del juicio a los cuatro mossos acusados de agredir a un detenido.
Imagen del juicio a los cuatro mossos acusados de agredir a un detenido.
ACN
Imagen del juicio a los cuatro mossos acusados de agredir a un detenido.

Un cabo de los Mossos d'Esquadra acusado, junto a otros tres agentes, de agredir a un detenido ha defendido que la reducción del joven estuvo "muy bien ejecutada", que ejercieron "el daño necesario" para tirarlo al suelo y que no se puede pedir tanta "exquisitez quirúrgica" en las maniobras.

En la última sesión del juicio celebrado esta semana en la sección séptima de la Audiencia de Barcelona, han declarado tres de los cuatro agentes acusados, en noviembre de 2020, cuando había toque de queda por la pandemia, de abofetear y tirar al suelo a un joven, que perdió tres dientes en esa reducción, y falsear luego el atestado para que apareciera que él les agredió y se autolesionó.

Tras las declaraciones de este jueves, el fiscal ha concluido que los hechos constituyen un abuso policial y una detención ilegal, que no había móvil ni motivo a la reacción violenta de los agentes, y ha dado por probado que no hubo reacción violenta del detenido, más allá de un intento de zafarse.

En sus conclusiones, el ministerio público ha rebajado su petición de condena para los cuatro a siete años y medio, frente a los ocho que solicitaba inicialmente, pero ha mantenido la petición de dieciséis años de inhabilitación, la multa de 2.700 euros para cada uno por el delito de detención ilegal y 3.400 euros de indemnización.

Por su parte, la acusación popular, ejercida por el colectivo de defensa de los derechos humanos Irídia, solicita para los cuatro mossos 15 años de cárcel y 22 de inhabilitación y 20.000 euros de indemnización.

El denunciante pidió auxilio

El cabo, que fue quien inició la actuación, ha declarado que, en el momento de la identificación, el detenido le golpeó en la mano, que estaba "muy alterado" y que este estado le obligó a reducirlo con un mecanismo de barrido, una actuación que estuvo “muy bien ejecutada”, porque le tiró al suelo de manera "controlada", acompañándolo "para que no se hiciese daño". Una maniobra que, según ha relatado el acusado, "he hecho muchas veces" sin problemas.

En el juicio, ninguno de los cuatro procesados ha querido responder a las preguntas relacionadas con el vídeo grabado por una testigo desde un balcón, en el que se escucha al denunciante pedir auxilio, aportado como prueba y cuya impugnación ha pedido la defensa.

Ante las preguntas del fiscal sobre las quejas del detenido, el cabo se ha limitado a decir que esta es una reacción “normal” ante las actuaciones policiales, y ha insistido en que estas prácticas, aunque "a la gente no le guste verlo", en ocasiones son necesarias.

Los otros dos agentes que han declarado este jueves han corroborado la versión del cabo diciendo que el detenido "gritaba e insultaba", que estaba "muy alterado" y “pegaba patadas”.

Durante su intervención, el primer acusado en declarar ha admitido haber presionado las piernas del detenido y haber intentado colocar una defensa extensible, pero ha añadido que, al no conseguirlo, presionó con la barra por encima de los tobillos, una técnica "no lesiva".

También ha declarado que no vieron que el detenido estuviese herido, y que al estar "consciente y respirando" y no identificar sangre ni herida de ningún tipo, mantuvieron la retención.

La minuta policial es un "documento falso"

El último agente en declarar ha sido el responsable de redactar la minuta policial, que la Fiscalía ha determinado como un “documento falso” firmado por los procesados para justificar la detención de la víctima y que este pasase a disposición judicial.

En su intervención, el agente ha explicado que escribió el informe porque el cabo estaba siendo atendido en la mutua tras lo ocurrido, que le explicó todo por teléfono, y que cuando regresó a la comisaría revisó la minuta y cambió algunos detalles para aclarar que fue el agente el que se acercó al detenido y no al revés.

El cabo ha insistido en que él no falseó el informe, sino que se limitó a transmitir lo que había percibido, y ha admitido que, aunque el documento indica que el detenido le golpeó con la cabeza, el golpe podría haberse dado con el puño u otra extremidad.

El cuarto procesado, que declaró en la sesión del miércoles, también defendió la actuación policial y mantuvo que el denunciante mostró "una resistencia muy activa e incluso muy agresiva" y que "no hacía más que insultarnos".

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