La segunda jornada del juicio a Daniel Sancho por el asesinato de Edwin Arrieta sigue desarrollándose este miércoles en Tailandia bajo el estricto hermetismo decretado por el tribunal de Koh Samui, que ha advertido a todos los presentes con penas de cárcel en caso de revelar algún tipo de información a los medios de comunicación. A pesar del blindaje informativo, fuentes cercanas al caso aseguran a 20 Minutos que las dos primeras jornadas "han transcurrido sin sorpresas" y que todos los testigos "han ratificado ante el tribunal lo que ya habían declarado en sede judicial".
Esta segunda jornada ha estado marcada por la presencia de la madre de Sancho, Silvia Bronchalo, ausente el primer día. Fuentes del caso han detallado a este periódico que Bronchalo se ha sentado al lado del vicecónsul de España, en un tercer banco en el que también había un traductor español-tailandés del consulado, mientras que delante, en el segundo banco, se ha sentado igual que el primer día el actor Rodolfo Sancho, padre del acusado.
Daniel Sancho ocupa el primer banco del lado derecho del tribunal, destinado a la defensa. Durante toda la vista permanece inmovilizado "con esposas en las manos y gruesos grilletes en los pies". Lleva el pelo rapado y viste de forma casual, "con pantalón corto y manga corta". A su lado se sientan dos policías, uno de forma permanente y otro rotativo que va entrando y saliendo de la sala.
La parte izquierda del tribunal está destinada a la acusación y en ella se sienta el equipo de abogados españoles de la familia de Edwin Arrieta, encabezados por el letrado Juango Ospina. No obstante, a partir de este miércoles, regresan a España y dejan la acusación en manos de sus compañeros tailandeses. En esta bancada también se sientan los testigos que declaran en cada jornada, por el momento todos citados por la acusación.
El tribunal está formado por dos jueces, que dirigen la vista bajo los retratos del rey y el príncipe heredero de Tailandia. Junto al estrado, en la parte izquierda hay una secretaria judicial y un oficial, mientras que en el lado derecho hay una pantalla a través de la que interviene desde Bangkok la traductora oficial (el juicio se desarrolla en tailandés).
El centro de la sala está destinado a la silla donde se sientan los testigos para ser interrogados por las partes. En la bancada izquierda se encuentran los dos fiscales tailandeses, un hombre y una mujer, junto al abogado de la acusación, Metapon Suwancharern. Frente a ellos, la bancada izquierda está ocupada por los abogados de la defensa, encabezados por Aprichat Srinuel.
En total, poco más de una veintena de personas pueden estar presentes en la sala durante la vista oral, después de que el juicio se declarara a puerta cerrada y se revocaran las acreditaciones a los medios.
Un testigo relata cómo halló los genitales de Arrieta
Este miércoles han declarado por la mañana dos nuevos testigos, la dueña de una ferretería y una dependienta de supermercado, dos establecimientos donde Daniel Sancho compró un día antes de la muerte de Arrieta diferentes productos como cuchillos, una sierra, artículos de limpieza o bolsas de basura, que posteriormente fueron presuntamente utilizados en el crimen y ocultación del cadáver.
Estos testigos han reconocido "todos los productos" y han declarado que fueron "comprados" en sus establecimientos, echando por tierra una tesis de la defensa que abogaba por que esos productos no se vendían en esos establecimientos.
Durante la primera jornada declaró la persona que encontró restos del cuerpo de Arrieta (parte del tronco y sus genitales) en un basurero y, según las fuentes, "aclaró todas las dudas sobre cómo se encontraron la entrepierna y los genitales en el basurero municipal".
También declaró la persona que le alquiló una moto a Daniel Sancho en la isla de Koh Phangan (lugar del crimen) un día antes del presunto asesinato, además de la dueña y una empleada del resort en el que Sancho alquiló una villa y que fue el escenario del crimen. "La dueña dijo que rezó cuando recuperó la villa y aclaró algunas dudas sobre los cuchillos", dicen las fuentes.
El juicio empezó este martes con la lectura de los delitos a Sancho. La fiscal hizo una exposición de motivos y el acusado se declaró no culpable de asesinato premeditado y no premeditado. Solo se declaró culpable de la ocultación del cadáver.
Daniel Sancho: "Ya estaba muerto"
Sobre el delito destrucción de documentos de Edwin Arrieta, Sancho se defendió pidiendo a la fiscal que leyera el apartado del Código Penal tailandés que hace referencia al mismo, en el que se menciona la intención de "causar daño" a la víctima. "Sancho dijo que no había cometido ese delito porque cuando destruyó los documentos, Arrieta ya estaba muerto y no podía causarle daño", cuentan fuentes presentes en la vista.
Esa intervención refleja la actitud "arrogante" y "prepotente" del acusado, que según fuentes de la acusación "responde y refuta" a los testigos constantemente, con "cometarios capciosos en muchas ocasiones". "Primero pregunta el fiscal, luego la defensa y luego el fiscal contrapregunta. Cuando todos han terminado, Daniel Sancho pregunta y siempre tiene cuatro o cinco preguntas para los testigos", cuentan.
A lo largo de estas dos primeras jornadas declaran un total de 8 testigos, cuatro por día, dos en sesión matinal y otros dos por la tarde. A partir de ahora declararán testigos más comprometidos para el acusado porque "en Tailandia van de menos a más, primero declaran los testigos que menos saben y luego los que más", dicen fuentes de la acusación.
Los magistrados han hecho hincapié este miércoles en que no quieren "juicios paralelos", de ahí que la vista se celebre a puerta cerrada, y también en que van a ser muy "meticulosos" a la hora de "perseguir falsos testimonios", dejando entrever que la lista prevista de más de 50 testigos podría reducirse.
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