Miguel Lago: "Hay cosas que han convertido a padres y profesores en rehenes"

  • Veinte chicos y chicas sometidos a los rigores de la educación de los años sesenta eso es 'Curso del 63' el nuevo 'docu-reality' de Antena 3.
  • Miguel Lago da vida a Don Luis Dopazo, uno de los profesores que se han encerrado en el internado con los chavales.
  • El actor también fue profesor en la vida real, y ahora ha ayudado a sumergir a los jóvenes en otra época y otras costumbres.
  • Toda la información sobre 'Curso del 63'.

Antena 3 estrenará próximamente Curso del 63, un docu-reality de regresión histórica, en el que veinte chicos y chicas de entre 18 y 19 años han experimentado durante semanas cómo era la educación en un internado de 1963. 20minutos.es ha entrevistado a Don Luis Lopazo, uno de los docentes de ese supuesto internado y al actor que da vida a este profesor de Física y Química , Miguel Lago.

Entrevista a... Luis Dopazo

Los alumnos con los que ha tratado no estaban acostumbrados a que un profesor les plantara cara…

En ningún momento. Aunque yo no le llamaría plantar cara, sino mantener la postura. No es una posición de enfrentamiento, sino de decir que las cosas son de una manera y que así son. No están acostumbrados a eso, sino a hacer lo que quieren y tenerlo todo ya, sin respetar al profesor.

¿Qué es lo que más le ha molestado se su conducta?

Lo que más me ha sorprendido es que son contestatarios siempre. Era muy difícil que yo tuviera la última palabra, siempre oía un eco. Además, lo más doloroso es que se falten al respeto entre ellos.

¿Qué poso cree que les habrá quedado de esta experiencia?

Creo que a la mayoría mucho, porque se han visto a ellos mismos desde fuera, cómo son con sus padres, además de como sus profesores. Les ha quedado el poso de entender que en su vida cotidiana traspasan la línea del respeto y causan daño.

¿Qué carencia era la más grave que traían?

Traían un exceso que era a la vez su carencia: traían un exceso de información y un exceso material, lo que provocaba la carencia de valorar lo que se tiene.

¿Le queda relación o afecto por alguno de los alumnos?

Relación ninguna, de hecho el último día sólo se despidieron de mí 4 de 20 alumnos. Sin embargo, me ha quedado afecto por muchos de ellos, eran mis niños, y también por el resto de profesores.

¿Ha tenido que hacer algo a lo que pensó que no tendría que llegar?

Sí, he tenido que hacer llorar. No premeditadamente, pero he causado lágrimas en muchos de ellos y eso es doloroso.

¿Cuál es el castigo que más estragos ha causado entre los alumnos?

Un día los tuve sentados en el aula de dos de la tarde a nueve de la noche. Sin embargo, los que mejor efecto han tenido han sido los de dependencia, en los que si uno tenía una mala actitud, eran castigados todos. Así ellos mismos velaban por la conducta de los demás.

También habrá momentos para la risa…

Muchos. Por ejemplo, los alumnos se volvían locos por las croquetas y en la mesa de los profesores siempre sobraban. Un día decidí contarlas y salir del comedor. Poco después regresé y faltaban cuatro. Fui al dormitorio a preguntarles y se las sacaron del bolsillo.

¿Se ha quedado con ganas de más?

Pues me gustaría mucho coger a los alumnos de Física o química y meterlos en San Severo (el internado) durante un tiempecito, porque se iban a acabar las tonterías, eso lo tengo muy claro. Y recuperaría incluso a los de Compañeros, auque estén ya talluditos.

Entrevista a... Miguel Lago

¿Actúa en la vida real como Don Luis?

Sólo en algunas cosas, pero creo que en algunos ámbitos, y no sólo académicos, harían falta más Don Luis.

¿Cómo se plantea la educación de sus propios hijos?

Por lo pronto tengo un hermano pequeño que tiene 20 años, que es con el que más he vivido estas cosas. Como padre tengo una hija de catorce meses y todavía no le puedo poner recta (risas).

Lo que más me preocupa es la falta de respeto. Mis máximas son que no se debe hacer a los demás lo que no quieres que te hagan y que todo lo que siembras lo recoges.

Usted ha sido profesor en la vida real ¿cómo ve el debate de la educación?

Yo soy licenciado en Filología hispánica, y he ejercido y me gustaría que los profesores tuvieran más herramientas y estuvieran más protegidos de cara al alumno.

Ahora no puedes echar de clase a un alumno porque no puede perder su derecho a la educación, no le puedes dejar sin recreo porque necesita su cuota de descanso… cosas que enarbolando la bandera de la libertad y la tolerancia, han convertido a padres y profesores en rehenes de sus hijos y alumnos.

¿Le pusieron mote?

Sí, corría por los pasillos: el bigotes me llamaban.

¿Cómo se ha preparado el papel?

Pues mi fuente de documentación ha sido mi padre, que tiene 55 años y vivió en un internado en Galicia. Él es de Villagarcía de Arousa y hace 40 años al profesor no se le discutía.

¿Qué cosas ha echado de menos en el internado?

Yo soy muy profesional (risas) he vivido con lo que tenía que vivir. A lo mejor la coca cola, pero eso demuestra el rigor de Zeppelín, cuando les pedí una neverita en la sala de profesores y me dijeron que eso no lo había en el 63.

Si tuviera que elegir entre la educación del 63 y la de ahora, ¿con cuál se quedaría?

Me quedaría con un término medio, pero tiraría más hacia atrás que hacia hoy. Los valores y principios de antes, pero con más capacidad de debate.

Los chavales están voluntariamente allí, ¿El castigo máximo era la expulsión?

Era la última carta, lo máximo a lo que podíamos llegar.

¿Qué cosas positivas ha encontrado en los alumnos?

Que acaban aprendiendo y que tienen buen corazón, aunque están confundidos porque tienen de todo.

BIO: Miguel Lago tiene 28 años y es Licenciado en Filología, con especialización en Literatura y Lengua. Ejerció 2 años como profesor, hasta que se pasó al mundo del espectáculo como cómico y monologuista para la Paramount comedy.

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