El caso Jeffrey sigue dando de que hablar años después de la primera demanda interpuesta al fallecido financiero, acusado de tráfico y abuso sexual de menores. Ahora, la Justicia de Nueva York ha hecho pública una primera tanda de documentos judiciales que habían estado clasificados en los que se revelan nuevos nombres de la élite estadounidense y detalles sobre lo que ocurría intramuros de sus mansiones.
Una de las declaraciones más reveladoras: que "a Bill Clinton le gustaban las jóvenes" han salido a la luz entre esos documentos. Es el testimonio de Johanna Sjoberg, una de las muchas mujeres que acusaron a Jeffrey Epstein de abuso tras ser reclutada mediante un proceso descrito en documentos judiciales como "escalofriantemente similar" al detallado por otras presuntas víctimas.
¿Cómo llegó Sjoberg a manos de Epstein?
Sjoberg era una joven estudiante de la Universidad Palm Beach Atlantic. en 1999, cuando Ghislaine Maxwell, socia de Epstein, se acercó a ella y le ofreció un trabajo como telefonista. Según recoge The Sun, Sjoberg afirma que "el pretexto laboral duró solo un día, y que luego la animaron a interactuar sexualmente tanto con Epstein como con el príncipe Andrés".
Su historia ya se conocía, pero ahora se hace público el documento judicial con su declaración completa, en la que alega que el príncipe Andrés de Inglaterra le tocó los pechos en la casa de Epstein en Manhattan, cuando tenía 21 años.
Cuenta que en una fiesta en la mansión de Epstein, en la que conoció al príncipe, Ghislaine le regaló una marioneta de látex que le representaba "Andrew se sentó en otra silla, yo me senté en su regazo y él puso su mano sobre mi pecho. Ghislaine puso la mano del títere sobre el pecho de Virginia y luego Andrew puso la suya sobre la mía. Fue una gran broma. Todos rieron. Ghislaine hacía muchos chistes sexuales", dice Johanna.
Ese fue solo el comienzo de una historia turbia de abusos de poder. Aunque, a diferencia de otras víctimas de Epstein, Sjoberg tenía 21 años en ese momento y su relación siguió siendo platónica durante meses antes de que Epstein le propusiera sexo. "Me prepararon para ello, hice un pacto con el diablo a cambio de emoción y glamour. Yo era sólo una estudiante universitario pobre y tonta".
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