El Partido Conservador del Reino Unido se encuentra en una crisis sin precedentes y las encuestas no dejan de mostrar una enorme brecha entre esta formación y los Laboristas de Keir Starmer, que parten como favoritos para unos comicios para los que queda poco más de un año.
Tal es el pavor de algunos sectores conservadores al batacazo electoral que están moviéndose para recuperar la figura de Boris Johnson, líder del partido y ex primer ministro entre 2019 y 2022.
Tal y como recoge el Daily Mail en su edición de este domingo, la idea consiste en hacer descalabrar el actual gobierno, dirigido por Rishi Sunak, para que Johnson se haga cargo de nuevo de las riendas del país.
Los parlamentarios están entrando en pánico por las cifras de las encuestas, que muestran que el apoyo a los conservadores se está hundiendo, con muchos votantes recurriendo al Partido Reformista, el sucesor del Partido Brexit de Nigel Farage.
Este sector de los tories argumenta que Johnson es el único conservador con el poder de atracción para neutralizar el impacto de Farage, particularmente en los escaños del llamado 'Muro Rojo' en las Midlands y el Norte, que le arrebató a los laboristas en las elecciones generales de 2019. Incluso hablan de una alianza de Johnson y Farage.
El Mail citó a un portavoz de Johnson, que no quiso hablar de sus ambiciones políticas y negó la existencia de cualquier plan: "Boris Johnson está escribiendo actualmente un libro y apoya al Gobierno".
La crisis del Partido Conservador se ha agravado en las últimas semanas tras el despido de Suella Braverman como secretaria del Interior y la dimisión de Robert Jenrick como secretario de Inmigración por sus discrepancias con el plan del Gobierno para deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo que entren ilegalmente en el Reino Unido.
Ni Johnson ni Farage están actualmente en el Parlamento, pero los partidarios del primero creen que si un diputado renunciara a un escaño seguro antes de las elecciones para dejar paso a Johnson, el alto mando conservador no podría bloquearlo.
Entonces se desencadenaría una contienda por el liderazgo si se enviaran al menos 53 cartas de censura contra Sunak.
Otra sugerencia es que un aliado de Johnson, como la ex secretaria del Interior, Priti Patel, podría ser instalado como primera ministra interina, con Johnson presentándose como candidato a un asiento seguro en las elecciones y luego regresando al número 10 de Downing Street.
Sorprendentemente, entre los partidarios de Johnson se encuentran parlamentarios que ayudaron a expulsarlo de Downing Street el año pasado tras una revuelta por escándalos como el Partygate.
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