El chef mallorquín David Peregrina Capó, de 53 años, y su esposa, la brasileña Érika da Silva Santos, de 38, fueron asesinados a tiros el pasado día 25 en el restaurante que ambos regentaban, Os Ribeirinhos, en la localidad de Porto Seguro, a orillas del río Buranhém, en la región de Ilha do Pau do Macaco (Brasil).

Peregrina se dedicaba a la banca cuando decidió dejar Mallorca y trasladarse a Brasil para dedicarse a la gastronomía, donde abrió su restaurante, que gozaba de prestigio en la zona. 

Ahora, según ha publicado el diario El Mundo, se ha sabido que ese cambio de residencia y de vida pudo estar motivado por algo más que una pasión por la cocina. 

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Y es que, según el citado diario, sobre el chef pesaban dos condenas y sus dos correspondientes órdenes de busca y captura, motivo por el que se fugó a Brasil, para eludir a la justicia española. 

Peregrina fue condenado hace cerca de diez años en Palma tras celebrarse contra él dos causas penales, de las que salieron sendas condenas con un total de más 6 años de cárcel, por probados delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad documental.

Peregrina trabajaba como director de una sucursal de banco y fue uno de los enjuiciados por el llamado caso de las 'hipotecas fantasma', por la que entre 2003 y 2004 se desviaron cerca de 2 millones de euros gracias a préstamos hipotecarios que se firmaban sin intención de ser devueltos gracias a cómplices que se prestaban a ponerlos a su nombre.