Vecinos de tres grandes zonas de Zaragoza aúnan fuerzas y criterios por primera vez en la ciudad para abordar el problema que supone la prostitución en la calle y tratar de buscar una solución común. Asociaciones de Delicias, Casco Histórico y Parque Miraflores celebraron una mesa debate para analizar la situación y continuarán saliendo a la calle para demandar acciones legales y policiales más concretas.

De forma paralela, el Justicia de Aragón, Alfonso Vicente, emitió un informe sobre la prostitución en el que pide que se prohiba su práctica en la calle. La institución sugiere al Ayuntamiento de Zaragoza que impulse una regulación al respecto que garantice la tranquilidad.

Ésta es precisamente una de las peticiones que realizan los vecinos. "La práctica de la prostitución en la calle supone un peligro social y sanitario; habría que organizar grupos policiales de vigilancia nocturna", sugiere Fernando Herranz, de la asociación de vecinos Parque Miraflores. Tanto en el Casco Histórico como en la calle Escosura (en Delicias) y adyacentes, el fenómeno de la prostitución ha saltado cada vez más de los clubs de alterne a la vía pública. En Delicias, los vecinos llevan dos semanas saliendo a la calle los viernes por la noche, organizados por la asociación Nuevo Futuro, y en el Casco ya apuntan a que el problema se está agravando.

"En cuanto oscurece ya empiezas a ver prostitutas por la calle; te abordan aunque vayas en el coche o estés acompañado", explica Marisa Verde, de la asociación Zaragoza Antigua. Las calles Ramón y Cajal, Cerezo y Agustina de Aragón son los puntos más complicados. "Ahora se están trasladando incluso a Madre Rafols", sentencia Marisa.

Los vecinos, sin embargo, quieren dejar clara su postura. "No estamos en contra de la prostitución, sino de su práctica en la calle y de la falta de una ley que la regule", aseguran. Sin embargo, Delegación del Gobierno asegura que no se han puesto denuncias y dice que la Policía está respondiendo de «forma adecuada».

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