El fiscal pide una pena de veinte años de prisión para la belga Katrien Huysman, acusada de matar a su bebé recién nacido en una habitación de un hotel de Santa Susanna (Barcelona), en el que parió sin ayuda de nadie. La mujer ocultó a su marido no sólo el parto sino también el embarazo.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal solicita el sobreseimiento provisional para el padre de la criatura y marido de Katrien Huysman, Wim Albert Jean Verfaille, quien solicitó un médico para su esposa cuando se percató de la gran cantidad de sangre que había en el lavabo de la habitación del hotel en el que la familia pasaba sus vacaciones.

El matrimonio, junto con sus tres hijos menores de edad, se había instalado en el Aparthotel Marítim de Santa Susanna sólo dos días antes de los hechos para pasar sus vacaciones de verano.

La mujer notó la mañana del día 24 de julio del 2006 fuertes dolores de parto y decidió parir sola en la habitación, por lo que pidió a su marido, que desconocía su avanzado embarazo, que se llevara a los niños a desayunar porque ella no se encontraba del todo bien.

Katrien Huysman, "con plena conciencia de la altísima probabilidad de que con su decisión de no solicitar ayuda pondría en riesgo la vida del bebé, quien en absoluto podría defenderse ante dicha situación", asumió tener sola a su hijo en la bañera del lavabo, donde nació un varón que pesó 3,82 kilos.

Según indica el fiscal en sus conclusiones, la mujer sumergió poco después del nacimiento a la criatura en el agua de la bañera, donde falleció podo después por asfixia mecánica.

Todo este episodio duró aproximadamente unas tres horas, durante las cuales Wim Verfaille acudió en tres ocasiones a comprobar el estado de su esposa, que no le dejó entrar ni tampoco le comunicó lo sucedido.

En la última visita, no obstante, el hombre se percató del estado general del cuarto de baño y de la gran cantidad de sangre que había en el mismo y que pensó se debía a una fuerte hemorragia causada por desarreglos menstruales, y decidió pedir un médico para su mujer, que fue trasladada al hospital Sant Jaume de Calella.

El fiscal considera a la acusada autora de un delito de asesinato con el agravante de la responsabilidad criminal de parentesco, mientras pide el sobreseimiento provisional para el marido al entender que no existen suficientes indicios racionales de criminalidad respecto a su actuación.