Los coruñeses quieren que el puerto vuelva a ser peatonal

Creen que las medidas de seguridad acaban con un área de ocio tradicional en favor del paseo, que gana adeptos.
El puerto y la ciudad de A Coruña se dan la espalda. «Ambas realidades nacieron unidas», reza el folleto promocional de la Autoridad Portuaria, pero actualmente el acceso peatonal ha sido restringido por el Código de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias.

La construcción del centro de ocio y de Palexco, de reciente inauguración, han limitado todavía más el espacio dedicado al paseo dentro de los dominios de la Autoridad Portuaria. De esta forma, el Paseo Marítimo es casi la única alternativa para las caminatas junto al mar.

En la actualidad, el caminante puede recorrer la distancia entre el dique de abrigo, bajo la torre de control marítimo, hasta el centro de ocio: una superficie de alrededor de 20.000 metros cuadrados, según la memoria anual del Puerto, algo así como 200 campos de fútbol.

Estas dimensiones chocan a los ojos de muchos coruñeses. Gerardo Crespo, presidente de la Asociación de Vecinos del Ensanche, piensa que el puerto «le ha quitado al ciudadano la libertad para pasear». Alberga la esperanza de que, con la construcción del nuevo puerto exterior, la ciudad recupere un espacio «para viviendas de protección oficial o zonas de ocio».

Dile a...

La Autoridad Portuaria si te gustaría pasear por su recinto:

Avda. de la Marina, 3, CP 15001, o a través del correo electrónico

publico@puertocoruna.com

Luisa Boado. En los días de sol siempre le ha gustado pasear por el puerto . «Voy y vengo», dice. El centro de ocio le parece bueno para la ciudad «porque la gente viene a gastar dinero, pero estábamos mejor sin él porque nos quita la vista».

Juan Carlos Moldes. Es natural de una de las localidades costeras más turísticas de Galicia, Sanxenxo, pero a él le gusta más el puerto de A Coruña que el de Vigo. «Por éste no puedes pasear mucho, pero a mí me gusta más que el de Vigo», afirma.

Andrés Amado. «Las cosas modernas están siempre mejor estudiadas que las antiguas», opina este ferrolano afincado en la ciudad. A pesar de todo, añora las épocas pasadas: «En otros tiempos tenía otro encanto diferente».

Jesús Babío. Es socio del Club Náutico y puede dejar el coche en el puerto. Pero, a pesar de este privilegio, piensa que «era más cómodo antes porque no te cortaban el paso para nada y podías andar más a gusto por el muelle».

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