Estas son las joyas robadas que, al parecer, iban a lucir invitadas en la boda de Tamara: pendientes, brazaletes y collares 'vintage'

Siete veces que Tamara Falcó vistió de blanco sin pasar por el altar
Tamara Falcó está a cinco día de su boda
Instagram / @tamara_falco
Siete veces que Tamara Falcó vistió de blanco sin pasar por el altar

En la lista de catastróficas desgracias que acechan la boda más esperada de los últimos años, la de Tamara Falcó con Iñigo Onieva este próximo sábado 8 de julio, solo faltaba una desaparición de brillantes, al estilo de la película que protagonizaran Martes y Trece, El robobo de la jojoya.

Dos famosos joyeros de Valladolid fueron asaltados por unos falsos guardias civiles en la Nacional VI de camino a Madrid y desvalijados de todo lo que llevaban. Ambos, hermanos, sufrieron un ataque de pánico por la situación, que afortunadamente no supuso ningún tipo de lesión física, sí un terrible susto y disgusto.

Aunque no hay datos oficiales facilitado ni por la empresa ni por la Guardia Civil, se dice que se trata de joyas de alto valor económico, hechas con piedras preciosas y semi preciosas. Objetos de gran coste, entre ellos collares, pendientes, pulseras y brazaletes de estilo antiguo o vintage valorados en más de dos millones de euros. ¿Por qué se ha visto este suceso unido al nombre de Tamara Falcó?

Porque el botín iba destinado, al parecer, a ser lucido por algunas invitadas de la boda. En concreto a allegadas y familiares próximos al novio. Tanto Íñigo Onieva como Isabel Preysler, la madre de la novia, han negado que esas joyas fueran para Tamara, aunque no se han referido a la posibilidad de que fueran destinadas a terceras personas. 

Él ha dicho: "Eso no es verdad. Eso no es nuestro, eso será de otra pareja que, desafortunadamente por ellos, pues ha pasado eso. Nosotros no somos", y ha añadido que "estamos perfectamente, todo bien, no tenemos ningún tipo de estrés más allá del típico que puede tener cualquier matrimonio antes de casarse, como donde sentar a la gente". Se refiere Íñigo a los 400 invitados al enlace distribuidos en el jardín de El Rincón, el palacete que heredó Tamara de su padre, el marqués de Griñón.

Por su parte, Isabel Preysler se ha limitado a decir al periodista Aurelio Manzano: "Las joyas no son mías tampoco de Tamara".

La propia joyería, El Páramo Vintage, ubicada en Valladolid con filiales en Madrid y Palencia, ha emitido un comunicado publicado en su Instagram donde señala: "En relación con las joyas sustraídas, nos vemos en la obligación de desmentir que fueran para Tamara Falcó".

Tamara lucirá una valiosa tiara que es de su cuñada, Amparo Corsini, esposa de su hermano y padrino Manolo Falcó, y que está en una caja fuerte a la espera de estar coronando su cabeza de novia. Así que por esa parte, la joven puede respirar.

Lo cierto es que este asalto, que sucedió como en una película cuando unos falsos guardias civiles obligaron a los joyeros a desviarse de su camino, se ha sabido cinco días después de que tuviera lugar, el 29 de junio, y se ha visto relacionado de forma inesperada con la boda de Tamara Falcó.

También ha trascendido que el novio, que luce un reloj de 50.000 euros regalo de compromiso de su novia, fue perseguido por un hombre con aparente intención de quitárselo, ante lo que tuvo que intervenir la policía municipal para dispersarlo.

Íñigo Onieva, perseguido por las cámaras de 'Socialité'.
Íñigo Onieva habla con los periodistas a la puerta de su casa.
MEDIASET

Todo coincide con nuevas informaciones que desvelan presuntas infidelidades del novio, similares a la que tuvo lugar poco antes de que la pareja confirmara por primera vez su boda. Boda que se canceló por parte de Tamara para ser organizada de nuevo, tras el perdón de su novio, para este 8 de julio.

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