El número de autónomos y empresas de nueva creación se están desplomando y con ellos el empleo; el paro ya afecta a más de 80.000 aragoneses. De enero a julio echaron la persiana a sus negocios 6.505 autónomos y la creación de nuevas empresas ha caído un 31% en un solo año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas dos vías constituían hasta ahora una de las principales fuentes de contratación estable en la comunidad.

Además, los nuevos emprendedores fomentan el autoempleo para ahorrar costes y en la actualidad invierten la mitad que hace un año para sus empresas, 31.108 frente a 73.060 euros.

Por sectores, la construcción y el comercio son los sectores más castigados. Cada uno de ellos ha perdido respectivamente 3.076 y 3.445 trabajadores por cuenta propia según el RETA, aunque se compensa con el crecimiento de sectores minoritarios, como servicios sociales o energías renovables. Este descenso repercute directamente en las listas del Inaem, ya que cada autónomo suele contratar a dos empleados de promedio.

Por otro lado, los acuerdos entre la Administración y las entidades financieras para impulsar el tejido empresarial tampoco surten efecto y los autónomos ya recurren a la sociedad Microbank para conseguir créditos de hasta 25.000 euros.

“Solicitar un préstamo con Avalia (impulsada de la DGA) supone como mínimo dos meses de espera y te hartas de hacer viajes en balde”, destaca el secretario general de la asociación UPTA Aragón, César García. El estudio de viabilidad corre por cuenta de la propia asociación de empresarios y el dinero habitualmente se destina a crear un negocio o a ampliarlo, y sólo en casos extremos, a pagar a proveedores o a comprar género.

“Los bancos les imponen a los autónomos intereses del 13% para ampliar el negocio”, subraya el gerente de la Asociación Regional de Autónomos, Roberto Lagunas, que reclama una bajada de impuestos.

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