Estos son los cambios en el etiquetado de frutas, zumos o huevos que prepara Europa 

Una mujer leyendo con una lupa el etiquetado de un producto.
Una mujer leyendo con una lupa el etiquetado de un producto.
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Una mujer leyendo con una lupa el etiquetado de un producto.

La Comisión Europea (CE) ha propuesto que se revisen las normas de comercialización vigentes aplicables a varios productos, como frutas y hortalizas, zumos, miel o huevos, para "ayudar a los consumidores a optar con mayor conocimiento de causa por una dieta más sana y contribuir a evitar el desperdicio de alimentos". 

En concreto, los cambios que pretenden introducir las autoridades europeas buscan garantizar que el consumidor conozca mejor el producto que compra, su procedencia real o su trazabilidad. 

De esta forma, Bruselas quiere que el etiquetado en origen sea más claro y obligatorio para la miel, los frutos de cáscara y los frutos secos, los plátanos y las frutas y hortalizas acondicionadas, transformadas y cortadas (por ejemplos, las hojas de ensalada envasadas) de modo que el país o los países de origen en el caso de mezclas, deberán figurar en la etiqueta. 

"La inclusión de los países de origen aumentará la transparencia para los consumidores", considera la CE, que cree que esta medida "también debería servir para promover la producción de estas mercancías en la Unión Europea".

En lo que respecta a los zumos de frutas, la comisión permitirá que lleven la mención 'sin azúcares añadidos' para aclarar que, a diferencia de los néctares de fruta, los zumos de frutas no pueden, por definición, contener azúcares añadidos, "una característica que la mayoría de los consumidores no conoce". 

Además, para hacer frente a la creciente demanda de productos con menor contenido de azúcar, un zumo de frutas reformulado podría indicar en su etiqueta 'zumo de frutas con azúcar reducido'. Por su parte, para simplificar aún más, el término 'agua de coco' podrá utilizarse ahora, pudiendo coexistir junto al de 'zumo de coco'.

Por otra parte, Bruselas ha determinado que el marcado de los huevos se realizará directamente en la explotación, lo que mejorará la trazabilidad del producto.

También habrá cambios en los productos envasados destinados a la donación, que podrán quedar exentos de los principales requisitos de etiquetado. "Así se reducirán la burocracia y las etiquetas y, por lo tanto, se facilitarán los compromisos de los operadores en materia de donaciones", afirma la comisión. 

Más fruta en confituras y mermeladas

En cuanto a las confituras y mermeladas, el contenido de fruta de las confituras pasará de 350 gramos a 450 gramos como mínimo (a 550 gramos en el caso de aquellas de calidad extra) por kilo de producto acabado. Gracias al aumento generalizado del contenido de fruta, se ofrecerá a los consumidores productos con menos azúcares libres y más fruta que ahora.

El término mermelada, autorizado hasta ahora únicamente para las confituras de cítricos, se permitirá ahora para todas las confituras a fin de introducir la posibilidad de adaptar la denominación del producto a la que se utilice localmente en mayor medida.

Por último, habrá cambios para contribuir a reducir el desperdicio de alimentos. Por ejemplo, las frutas y hortalizas consideradas 'feas' -denominadas así por sus defectos externos, pero aptas para el consumo local o directo- vendidas a nivel local y directamente por los productores a los consumidores quedarán exentas del cumplimiento de las normas de comercialización.

"Su valorización en su estado fresco podría ofrecer a los consumidores más oportunidades de comprar frutas y hortalizas frescas a precios más asequibles y redundar en beneficio de los productores de las cadenas de distribución cortas", afirma Bruselas. Algunos productos afectados por catástrofes naturales u otras circunstancias excepcionales también podrían venderse si su consumo es seguro.

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