Gastos fantasma: las compras que aparecen de repente y te dan un buen susto a fin de mes

Gastos fantasma
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Carlos Gámez
Gastos fantasma

Si los consumidores españoles dedicaran una parte de su tiempo a revisar sus compras y gastos en el último mes seguro que encontrarían algunos cargos en sus tarjetas de crédito de los que podrían haber prescindido perfectamente. 

Esta situación podría quizá pasar más desapercibida en una coyuntura económica favorable, pero en el contexto actual, donde la subida de precios está condicionando cada vez más nuestras compras, no resulta baladí ser más exhaustivo con nuestros gastos más superfluos e innecesarios. 

Ya hemos hablado de los gastos hormiga que erosionan poco a poco nuestras finanzas personales (tomar un café, comprar una botella de agua, un paquete de chicles...) y de su hermano mayor, los gastos vampiro (contratar más datos en el móvil de los que gastamos, tener varias suscripciones a varias plataformas de streaming...), pero hay otros gastos que afectan negativamente a las finanzas y que realizamos de repente y sin tenerlos planificados que nos pueden dar un buen susto a final de mes: los conocidos como gastos fantasma

Según explica BBVA en su página web, se trata de "aquellos gastos en los que incurrimos sin darnos cuenta y terminan afectando el presupuesto". Puede ser desde una suscripción que no utilizas o la cuota del gimnasio al que no vas, al pago por el uso de una aplicación para el teléfono móvil. 

"A menudo, no son grandes sumas de dinero, sino pequeñas cantidades que se acumulan con el tiempo", señalan desde Asesorae, compañía especializada en la asesoría a negocios, que indica que dentro de los gastos fantasma uno de los mayores peligros son las "compras impulsivas"

Por ejemplo, cuando vas al supermercado a comprar un artículo determinado y acabas llenado el carro con productos que realmente no tenías pensado adquirir pero que al final te llevas a casa. 

Haciendo un simple ejercicio de multiplicación podemos ejemplificar el coste que puede tener este gasto. Si disponemos de una cuenta de Netflix básica que cuesta ahora 7,99 euros al mes y que realmente no usas con regularidad, estarías despilfarrando al año 95,88 euros

¿Qué podemos hacer para evitarlos?

-Revisa tus gastos. Debes revisar tus movimientos bancarios y localizar aquellas compras que hayas realizado por impulso y casi sin darte cuenta, como puede ser la compra de una aplicación móvil o un artículo en Amazon. Esto te ayudará a concienciarte sobre cuáles son tus gastos más impulsivos y prescindibles. 

-Date de baja de las suscripciones que infrautilices. Si estás suscritos a plataformas de películas, series o música que no usas o no le sacas el suficiente partido debes darte de baja. No debes seguir pagando por un servicio que realmente no estás disfrutando. 

-Haz una lista cuando vayas al supermercado. Si no quieres ir al súper y salir con más productos de los previstos inicialmente debes llevar una lista de la compra preparada y ceñirte a ella. Esto evitará que llenes el carro de la compa con caprichos. 

-Reflexiona antes de comprar. Antes de comprar algún artículo o realizar un gasto, pregúntate si realmente lo necesitas. Tómate el tiempo que necesites para reflexionar. Así podrás evitar las compras impulsivas y tu bolsillo te lo agradecerá.

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