Elon Musk orquesta una campaña masiva de despidos: a quién afecta, cómo los justifica... y cuál será el futuro de Twitter

Elon Musk compró oficialmente Twitter la semana pasada por 44.000 millones de dólares.
Elon Musk compró oficialmente Twitter la semana pasada por 44.000 millones de dólares.
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Elon Musk compró oficialmente Twitter la semana pasada por 44.000 millones de dólares.

Elon Musk se convirtió en el dueño de Twitter el pasado jueves 27 de octubre y, apenas unos días más tarde, ya ha comenzado con los despidos de miles de empleados de la red social, hasta 3.700, según varios medios estadounidenses, lo que supondría dejar en la calle a cerca de la mitad de la plantilla. La que es la persona más rica del mundo ha cumplido su promesa y este viernes ha empezado a comunicar, se dice que en la mayoría de casos por email, quiénes seguirán trabajando bajo su mando y quiénes tendrán que buscarse un nuevo empleo.

Quiénes son los afectados

Las plantillas de la compañía en Estados Unidos, Europa y Asia son las primeras que se están viendo afectadas por esta nueva e inesperada decisión del nuevo dueño de Twitter. El portal Business Insider señala que, hacia las 06:00 horas GMT (07:00 hora española) de este viernes, mil personas ya habían recibido una correo de despido.

Un correo que los trabajadores de la compañía han estado esperando, puesto que Musk ya había anunciado de que el viernes, tan solo una semana después de haberse hecho con la aplicación, procedería a aplicar una medida "difícil" pero necesaria para "poner Twitter en una trayectoria saludable". 

Estos despidos ya están afectando a personal en las sedes de Estados Unidos, Reino Unido y Singapur, pero uno de los lugares más afectados podría ser la oficina de Nueva York, donde casi la totalidad de trabajadores, al menos el 90%, han perdido su empleo, según sus propios testimonios. Entre los despedidos hay cargos directivos, como el jefe global editorial, el director de ética y transparencia, el jefe de información o el de estrategia, asegura el mismo medio.

Asimismo, el magnate no se ha tenido en cuenta las situaciones de las personas a las que ha despedido: varias mujeres embarazadas se encuentran ahora sin una nómina. Rachel Bonn y Shennan Lu son unas de las afectadas, tal como han publicado en sus perfiles de la red social bajo el hashtag #LoveWhereYouWorked, el cual junto a #OneTeam los ex-trabajadores están publicando mensajes de despedida.

Pero no todos se quedan en simples posts: en San Francisco, cinco afectados han interpuesto una demanda contra Twitter por haber violado la ley que exige 60 días de preaviso a los despedidos, según recoge la cadena NBC. Según ha asegurado un directivo de la organización sindical Prospect, citado por Bloomberg, los trabajadores de Londres también han comenzado en los últimos días a afiliarse a sindicatos ante el temor de ser víctimas de los despidos.

Musk no ha cuantificado el número final de despidos, pero se estima que será por lo menos la mitad de una plantilla total de 7.500 personas. The New York Times da incluso la cifra de 3.738 personas, principalmente de las oficinas de San Francisco. Tal vez como estrategia para frenar las demandas, el nuevo dueño de Twitter ha ofrecido a los despedidos una indemnización equivalente a dos pagas mensuales.

Cierre de las oficinas mientras comunica los despidos

Este viernes Elon Musk no solo ha iniciado el proceso de los despidos masivos, sino que también ha ordenado el cierre de las oficinas de la compañía. Además, ha prohibido a los empleados "discutir información confidencial de la compañía en redes sociales, en la prensa y en ningún otro lugar".

Las acciones que iba a llevar Musk ya estaban empezando a hacerse notar el jueves por la noche: algunos empleados dejaron de tener acceso a las cuentas corporativas de la empresa y a otras aplicaciones internas, sin haber recibido todavía cartas de despido ni ninguna otra información.

Así, a primeras horas del viernes comenzaba la pesadilla de muchos trabajadores. Los empleados de la sede de San Francisco recibieron un correo electrónico pidiéndoles no acudir al trabajo: "Nuestras oficinas van a estar temporalmente cerradas y las tarjetas de acceso suspendidas. Si estás en la oficina o camino de ella, por favor regresa a tu casa". Este mensaje, que comienza con un genérico "Equipo", no se andaba por las ramas.

"En un esfuerzo por poner Twitter en una trayectoria saludable, vamos a completar el difícil proceso de reducir nuestra fuerza laboral el viernes. Reconocemos que esto va a impactar a un buen número de personas que han dado aportaciones valiosas, pero la acción es absolutamente necesaria para garantizar el éxito de la compañía para seguir adelante", continuaba el texto.

De esta manera, el mensaje continua especificando que todos los empleados recibirán a lo largo del día un mensaje notificándoles si seguirán o no dentro de la empresa. Y, aunque algunos han podido ser parte del equipo vigente, tampoco parecen muy contentos: "Recibí el correo electrónico... Todavía tengo un trabajo. Pero me quedé despierta anoche viendo cómo personas trabajadoras, talentosas y afectuosas se desconectaban una por una y no sabía qué decir".

Cómo se les indemnizará

Los empleados de Twitter que han perdido su trabajo recibirán una "indemnización" de tres meses de su salario tras el despido masivo ocurrido este viernes en la compañía y ordenada por su nuevo dueño, el magnate sudafricano Elon Musk.

Así lo ha anunciado el propio multimillonario en un mensaje en la red social, asegurando que se ha llevado a cabo una reducción drástica de la fuerza laboral debido a que "no había otra opción".

"A todos los que han sido despedidos se les ha ofrecido tres meses de indemnización, que es un 50% más de lo requerido legalmente", ha sostenido Musk.

Pérdida de ingresos, la justificación de los despidos

Musk, que podría estar preparando otros cambios importantes en el funcionamiento de la plataforma, ha compartido este viernes a través de que Twitter que la aplicación ha tenido "una caída masiva de ingresos" debido a la retirada de anunciantes, de la que ha culpado a "grupos activistas" que presionan a las empresas. 

Así, el también director ejecutivo de Tesla ha agregado que esta situación se está dando "a pesar de que nada ha cambiado con la moderación de contenidos" y de que se ha hecho "todo lo posible para apaciguar a los activistas". "Están intentando destrozar la libertad de expresión en Estados Unidos", ha manifestado.

Y es que al menos dos importantes compañías publicitarias han recomendado a sus clientes suspender sus campañas en Twitter y varias grandes empresas han decidido ya detener sus anuncios a raíz de las dudas que ha creado esta nueva adquisición por parte de Musk y, sobre todo, sus planes para cambiar las políticas de moderación de contenidos.

El gigante alimentario General Mills, por ejemplo, ha confirmado este viernes que ha suspendido su publicidad, al igual que también lo han hecho los fabricantes de automóviles General Motors o Audi; la farmacéutica Pfizer o el grupo de alimentos Mondelez. Las empresas han comenzado a apartarse a pesar de que Musk ha intentado tranquilizarlas asegurando que la red social "no puede convertirse en un infierno" en el que todo vale y donde "puede decirse cualquier cosa sin consecuencias".

La publicidad representa actualmente alrededor del 90% de los ingresos de Twitter, aunque Musk ya ha dicho que quiere reducir esa dependencia y tener realizar también un importante recorte de gastos.

¿Y ahora qué?

Musk anunció el día de la compra que la razón por la que adquiría Twitter era garantizar, por "el futuro de la civilización", la existencia de "una plaza pública digital común, donde se pueda debatir una amplia gama de creencias de manera saludable, sin recurrir a la violencia".

Además, ha asegurado que su objetivo final es que la plataforma "ayude a la humanidad", pero aún no ha anunciado cómo lo conseguirá y cuál será su estrategia de negocio. Sin embargo, en los últimos días, ha usado la propia red social para delinear algunas posibles ideas, como una suscripción "premium" por 8 dólares o el resurgimiento del servicio de vídeos Vine.

La suscripción premium daría algunos beneficios, como menor publicidad, la opción de postear vídeos más largos y obtener una marca de verificación al lado del nombre (opción hasta ahora solo disponible para las figuras públicas). En cuanto a los vídeos, podría priorizar este formato debido a la popularidad de TikTok.

El 30 de octubre el magnate preguntó a sus seguidores si debería restaurar Vine (plataforma de vídeos cortos que compró Twitter en 2012 y cerró en 2016), y obtuvo el apoyo de un 69,6% de votantes. Y es que, según The Washington Post, que tuvo acceso a correos internos de la empresa, Twitter está trabajando en una función que permitiría publicar vídeos y cobrar a los usuarios por verlos.

Por otra parte, se espera una restricción de contenidos mucho menor, pues Musk siempre defendido la libertad de expresión como una de sus prioridades para la red social y ha criticado, entre otras cosas, que se haya vetado a figuras como el expresidente estadounidense Donald Trump.

 

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