Este 3 de noviembre se cumplen cinco años desde que en GH Revolution sucedieron los hechos que se juzgan en llamado 'caso Carlota Prado', cinco años de un complicado proceso mediático y legal que, este miércoles, celebró su juicio.

El Juzgado de lo Penal número 18 de Madrid acogió una nueva sesión del caso, después de que en febrero se aplazara. Carlota Prado, la presunta víctima, acudió como testigo principal perjudicada, después de quedarse sin abogado y renunciar a tener otro para no retrasar más el proceso, provocando que la Fiscalía quedase como única acusación.

Del mismo modo, José María, exconcursante y por aquel entonces su pareja en la casa de GH Revolution, acudió como parte acusada en este juicio. El murciano se enfrenta a una pena de 2 años y 6 meses de cárcel y 6.000 euros de multa por un delito de abusos sexuales, así como la misma cantidad de dinero a Zeppelin, productora del reality, por los daños ocasionados al mostrarle a la supuesta víctima los vídeos de esa noche.

El juicio

Al llegar a los juzgados, ambos esperaron al comienzo del acto en la misma estancia, en la propia entrada. El juicio se retrasó debido a que la Fiscalía intentó llegar a un acuerdo de conformidad con José María, algo de lo que la supuesta víctima se enteró al mismo tiempo que la prensa, pues ahora no actúa como acusación, sino como testigo principal.

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El acuerdo, aunque suponía una reducción de pena que podría haber evitado la prisión al murciano, requería el reconocimiento del delito, por lo que la defensa lo ha rechazado, ya que niega los abusos sexuales por los que se le acusa, tal y como informó su abogado, Antonio Madrid.

Tras esta decisión, se procedió a comenzar el juicio, el cual se ha celebrado a puerta cerrada después de que la Fiscalía solicitara que primara el derecho a la intimidad por encima del derecho de la información.

Iniciando con el testimonio de José María, que duró alrededor de dos horas, Carlota Prado le siguió y declaró frente a la jueza, con él presente en la sala. Tras una hora de testimonio, la exconcursante de GH salió muy afectada y nerviosa de la sala tras tener que narrar lo sucedido y directamente se marchó de los juzgados.

Después de estos dos testimonios principales, el proceso siguió durante varias horas con otros testimonios, y se retomará el próximo martes 8 de noviembre a las 9.30 horas.

En concreto, el juicio continúa con el visionado de las imágenes grabadas, así como la declaración de los siguientes testigos relacionados con Zeppelin: Álvaro Díaz, director general por aquel entonces, María Robles, 'súper' que estaba encargada de la casa de GH la noche de los hechos, Floren Abad, responsable de los 'súpers', Pilar Blasco, directora de contenidos de Zeppelin, dos psicólogos y una testigo de aportada la productora.

El 'caso Carlota Prado'

Aunque el vídeo de los hechos no se ha hecho público, la jueza y la Fiscalía disponen de ellos y procederán a visionarlos, pero la cronología de esa noche del 3 de noviembre de 2017 es conocida por la prensa y gracias a la sentencia.

GH Revolution se emitió a finales de 2017. Entre sus concursantes estaban Carlota Prado y José María López, dos jóvenes que comenzaron una relación dentro de la casa. Esa noche, durante una fiesta, bebieron algo de alcohol y, aunque la organización no suele darles mucha bebida, la malagueña se vio bastante afectada, pues parece que no había comido demasiado.

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Carlota, en un claro estado de embriaguez, fue llevada por su pareja a la habitación y, al parecer, ella se quedó prácticamente inconsciente en la cama. Ahí se abre un periodo de unos 4 o 5 minutos donde habrían sucedido los hechos juzgados y el presunto abuso sexualmente de él a ella.

José María López, siempre según la descripción de la Fiscalía, "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba ella y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'".

En esos minutos la 'súper' de guardia tiene una duda razonable de si lo que está pasando es consentido o no, por lo que consulta con una compañera presente en Guadalix y con su superior, de manera telefónica, sobre la forma de actuar.

Se decide intervenir y por la megafonía de la casa se indica a José María y a Carlota que se pongan los micros, cosa que hacen ambos, cada uno el suyo. Además, se le pide a Carlota que vaya al confesionario, deteniendo los hechos pasados esos 4 o 5 minutos. Tras detener los hechos, José María les hace ver que no cree que Carlota pueda ir al confesionario, pues está ya muy indispuesta, de hecho, ella vomita en el dormitorio y se queda dormida.

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Durante unas horas, el programa continuó con su funcionamiento normal y los dejó juntos en la casa hasta que, a la mañana siguiente de lo ocurrido, llamaron al murciano al confesionario y lo expulsaron "por una conducta intolerable". Después, convocaron a la concursante para contarle lo sucedido y, mientras se encontraba sola y sin preguntarle si quería ver el vídeo de la noche anterior, se lo pusieron. Carlota se quedó horrorizada, pues no se acordaba de nada, y, entre lágrimas y ansiedad, pidió ver a sus amigos y poder hablar con José María, pero le dijeron que ya no estaba en la casa.

Tal y como explicó Zeppelin, la productora del espacio, en aquel entonces "el propio Productor Ejecutivo del programa se personó en la Guardia Civil para poner en su conocimiento lo acontecido durante esa noche en la casa". Pero ella no demandó en un primer momento y quiso volver a la casa hasta ser expulsada por la audiencia semanas después.

Dos años después, y tras haber interpuesto una denuncia al salir de la casa, Carlota Prado se pronunció en septiembre de 2019 y criticó la actitud de Gran Hermano al no impedir el supuesto abuso que ocurrió. "No llego a explicarme cómo el programa lo permitió. Esto pasa a la una y media de la mañana y nadie irrumpió", declaró.