OPINIÓN

Tamara y el novio infiel

Después de la ruptura con Íñigo Onieva, el que era su prometido, tras filtrarse un vídeo en el que se besa con otra mujer, Tamara Falcó ha acudido a un evento donde ha hablado a la prensa para afirmar que, aunque está en shock, está contenta de que haya salido ahora. La marquesa de Griñón también ha querido cerrar la puerta a una posible reconciliación, pues ha afirmado que ve "imposible" volver con él, ya que ha roto su confianza.
Tamara Falcó ve "imposible" volver con él, ya que ha roto su confianza.
Después de la ruptura con Íñigo Onieva, el que era su prometido, tras filtrarse un vídeo en el que se besa con otra mujer, Tamara Falcó ha acudido a un evento donde ha hablado a la prensa para afirmar que, aunque está en shock, está contenta de que haya salido ahora. La marquesa de Griñón también ha querido cerrar la puerta a una posible reconciliación, pues ha afirmado que ve "imposible" volver con él, ya que ha roto su confianza.

Ser creyente tiene muchas ventajas, si eres bueno y te portas bien vas al cielo y si algo te sale mal en la Tierra es porque en el fondo es lo que más te conviene. Tamara Falcó es creyente y siempre hace pública profesión de fe. Mientras ella estaba rezando en un viaje al santuario Mariano de su devoción, su novio se la pegaba con otra en un festival de música.

La pareja, en un intento de conciliar intereses, había llegado a un acuerdo: ella accedía a salir de fiesta los sábados por la noche a los locales nocturnos del novio y él la acompañaba a la misa de los domingos. Así llevaban dos años hasta que llegó el esperado momento de la pedida.

La novia feliz mostró al mundo el anillo que le había regalado su chico para sellar el compromiso, un diseño de tres brillantes en forma de lágrima, ¡qué premonición!, por valor de 14.500 euros, según catálogo.

Posó con su novio en actitud cariñosa y puso fecha para la boda. Horas después, todo se vino abajo. La difusión de un vídeo que probaba la infidelidad de su prometido, que él primero negó y luego admitió, dieron al traste con la boda y el compromiso. Tamara se refugió en casa de su madre, lloró lo justo y necesario, y pensó que mejor conocer ahora que más tarde lo ocurrido.

Bien dispuesta y mejor asesorada (lejos de culpar a la prensa les dio las gracias por la información) se maquilló a conciencia, se subió a los tacones y acudió al compromiso que ese día tocaba. Perder un novio duele, pero quedarse sin trabajo en los tiempos que corren es más duro.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento