Vestida de azul, con un broche a juego, collar y pendientes de perlas y una amplia sonrisa. Así posaba la reina Isabel II en su último retrato, tomado el pasado mayo en el Castillo de Windsor para conmemorar el Jubileo de Platino de Su Majestad y hecho público este lunes por la familia real británica en las horas previas a su funeral.

"Se tomó este año para conmemorar el Jubileo de Platino de Su Majestad, tras convertirse en la primera monarca británica en alcanzar este hito", ha explicado la familia real en Instagram, después de que la soberana superase los 70 años en el trono.

Fotografiada por Ranald Mackechnie, la reina posa con una radiante sonrisa y un broche muy especial para ella en la solapa, una aguamarina que su padre, el rey Jorge, le regaló en su 18 cumpleaños. 

Reino Unido se ha volcado este lunes, declarado festivo por las autoridades británicas, en la despedida de su soberana, tras más de 70 años en el trono. Le han dado su último adiós en un funeral de Estado y uno posterior más íntimo, así como en un cortejo que ha recorrido el trayecto desde el palacio de Buckingham hasta el castillo de Windsor.

El funeral de Estado ha tenido lugar en la Abadía de Westminster, que ya fue testigo de la boda de la monarca en 1947 y de su coronación en 1953, mientras que la ceremonia más íntima se ha celebrado en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor.

Tras semana y media de celebraciones de distinta índole tras la muerte de la soberana el 8 de septiembre, los restos de la reina reposarán en Windsor junto a los de su esposo, el duque Felipe de Edimburgo, los de sus padres y los de su hermana.

En una ceremonia privada a la que asistirán miembros de la familia real, el féretro será depositado en una sepultura bajo una losa de mármol grabada con las palabras: "Elizabeth II 1926-2022".