Si se sienten totalmente fuera de contexto en un lugar, ese es un campo de fútbol como el de la Federación Madrileña. Sandra y Sergio, los integrantes del dúo músical Delaporte, no conocen apenas este deporte, pero forman un buen equipo de dos sin lugar a dudas.

"Un dúo es más cómodo, cuanta más gente metes en el caldero, más lucha" dice Sergio. "Nosotros no discutimos, pero porque hacemos una pareja guay… él es como mi hermano, pero a nivel comunicativo, me comunico con él como si fuese mi pareja", añade Sandra.

Ella, joven, impulsiva, enérgica e inquieta, él, doce años mayor, tranquilo, reflexivo y pausado, el ying y el yang del éxito: "Creo que hay una compenetración fácil, el uno tiene lo que no tiene el otro".

Nosotros no discutimos, pero porque hacemos una pareja guay… él es como mi hermano

No sé si los polos opuestos son la fórmula perfecta para el éxito, pero la realidad es que a ellos les funciona, tanto que en muy poco tiempo han conseguido ser uno de los grupos indies electrónicos de mayor proyección.

Este verano han actuado en más de 40 conciertos, estarán en el Festival Decode este fin de semana y ya tienen vendidas casi todas las entradas del próximo bolo en la Riviera. "Dos meses antes hacer casi un sold out, es un sueño", dice Sandra.

La voz de una generación, sus letras están trufadas de términos como ghosting, relación tóxica o crush porque sus temas hablan de ellos, de lo que les ocurre y les rodea: "No tiene sentido hacer música y hablar de algo sin más, o hablas de algo que realmente te importa o no quiero tocar esa canción".

Las redes son muy tóxicas, son una falta de higiene mental

Precisamente Droga dura, uno de sus últimos temas, trata del enganche a personas tóxicas, algo que ambos han vivido, pero también hablan de los amigos o del narcisismo y las trampas de las redes sociales. "Una perversión de las redes sociales respecto a nuestro trabajo, es cuando se mueve el foco a cosas que no tienen nada que ver con tu proyecto, sino a tu vida personal, a lo que has comido… a la gente le debería importar solo la música que estas haciendo", afirma Sergio, a lo que Sandra añade: "Las redes son muy tóxicas, son una falta de higiene mental" .

Y es que ellos pueden decirlo bien alto, viven de su música, y hoy eso no es tan fácil. "Nuestro objetivo vital es poder vivir de Delaporte 20 o 30 años más", asegura Sandra.

Nuestro objetivo vital es poder vivir de Delaporte 20 o 30 años más

Su éxito no solo radica en el talento, sino en ellos mismos, en su salud mental y su equilibrio frente a una industria caníbal y frenética, se centran en ser y no en querer ser. "Para mí, lo mas importante es el equipo que haces, tienes que estar bien psicológicamente para hacer bien tu trabajo… hacen falta psicólogos en el mundo de la música", dice contundente. Ella misma estudió psicología, quizá su aparición en el panorama musical era pura necesidad, quién sabe.

Lo que está claro es que este dúo, que ha conseguido un estilo propio con la electrónica de fondo, ha venido para quedarse, porque para ellos el partido acaba de empezar y lo están jugando muy bien, pero sobre todo, porque forman un gran equipo.