Las investigaciones se iniciaron tras comprobar los agentes que dos dispositivos electrónicos que habían sido sustraídos de un vehículo estacionado tras fracturar una de las ventanillas, se geolocalizaban en una vivienda del barrio de Orriols la capital del Turia.
Los agentes, con la autorización de la autoridad judicial, registraron el domicilio sospechoso, pero no había nadie dentro en ese momento. Allí localizaron e intervinieron numerosos efectos que habían sido sustraídos, tales como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles, una cámara de vídeo, un libro electrónico, además de documentación y palos de golf, entre otros efectos.
Gran parte de estos objetos figuraban como sustraídos en las bases de datos policiales, la mayoría del interior de vehículos, tras forzarlos y otros procedentes de hurtos. Los policías averiguaron que los moradores eran dos jóvenes, con antecedentes por hechos similares, que habrían ocupado la vivienda donde fueron hallados todos estos objetos.
De hecho, horas después de registrarse el domicilio, habrían retirado el precinto policial e intentado acceder al interior. Los investigadores finalmente localizaron a los sospechosos, que fueron detenidos como presuntos autores de diversos delitos contra el patrimonio, tales como robos con fuerza, hurtos y receptación.
Los arrestados, con antecedentes policiales, han pasado a disposición judicial. Gran parte de efectos recuperados por la Policía Nacional ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios y se continúan las gestiones para el total esclarecimiento de los hechos.
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